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Todos los nombres

La ciclogénesis explosiva puede llegar por el noroeste o formarse en nuestro interior

Pablo Aranda

Málaga

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Miércoles, 13 de diciembre 2017, 08:43

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Cada cierto tiempo un camión aterriza en la playa de La Cala de Mijas. Suelen respetarse los meses de verano y por eso los daños no son todo lo grave que podrían ser. El último ocurrió anteayer, en plena ciclogénesis explosiva, y el conductor del camión murió en el accidente. El camión transportaba tomates, aunque algunos expertos señalan que la temporada del tomate, o del mejor tomate, es de julio a septiembre. La borrasca 'Ana' acababa de llegar, formada en esa ciclogénesis explosiva de la que desconocíamos su existencia, y no se sabe aún cómo ocurrió el accidente, pero se sabe que ocurrió donde siempre, y a quienes conocemos esa carretera, y la forma de conducir de nuestros paisanos, no sorprende demasiado. La lluvia caía intensa y los vientos golpeaban con fuerza. El 112 había lanzado una serie de recomendaciones en caso de tormenta, casi todas lógicas. La primera consistía en mantener la calma, después asegurar puertas y ventanas, recoger toldos y macetas. Suele llegar un momento en que los hijos nos convertimos en una especie de padres de nuestros padres, aunque no dejamos de ser hijos y por eso seguimos pidiéndoles dinero. No nos cansamos de darles consejos, muchos de ellos estúpidos de tan obvios, mecánicos, y otros desesperados porque nacen de nuestra preocupación de hijos venidos a más. Yo, por ejemplo, suelo pedirle a mi madre lo contrario de lo que le pide el 112, y es que no recoja los toldos, al menos durante la tormenta. La imagen recurrente del toldo henchido por el viento y haciendo volar a mi madre ha llegado a mis sueños. Sería terrible preguntarle a mi hermano o a mi hermana dónde está mamá y que me digan no sé, se fue volando.

En enero, y también a las seis de la mañana, otro camión cayó a la playa de La Cala de Mijas. El conductor también quedó atrapado en la cabina, pero fue rescatado con vida y llevado al hospital. La playa quedó llena de sandías, la carga del camión articulado. La temporada de la sandía es de junio a septiembre, sobre todo. Las tragedias que no nos golpean directamente nos dejan un regusto extraño y ambiguo, como la fruta y la verdura, que pocas veces saben a lo que son. Pasan meses en cámaras frigoríficas y después su sabor nos deja helados. Lo siento mucho por la familia del camionero. La peor borrasca. Después vendrán unos meses de no estar en el mundo, como encontrarse en una cámara frigorífica y después todo sigue pero ya nada sabe igual. Lo de la borrasca 'Ana' no tiene nombre, aunque sea la primera bautizada. Dicen que si se les pone nombre hacemos más caso a los consejos de las autoridades. Espero que por esa razón mi madre me haga más caso a mí que al 112, que no es un nombre sino un número. Intento siempre mantener la calma, pero a menudo la tormenta va por dentro. Y eso no sé cómo se llama.

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