Borrar

LÁGRIMAS EN LA ROSALEDA

Área de meta ·

FERNANDO PERALTA

Sábado, 5 de mayo 2018, 10:21

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Málaga jugará su penúltimo partido de la temporada en La Rosaleda, frente al Alavés, con el objetivo de abandonar el 'farolillo rojo' en la clasificación, intentando superar a su predecesor, Las Palmas. Tres encuentros por delante para abandonar el último lugar y dejar de constar en la tabla como el peor conjunto antes de que finalice el campeonato. Son encuentros que no sólo deben servir para dejar la categoría con el menor deterioro de la imagen posible, sino para ir dando paso, con minutos de participación, a jugadores de la plantilla con menos protagonismo durante la temporada.

Atención al Malagueño

No escapa a nadie que cuanto menor sea el salto de categoría, para los jugadores del filial al primer equipo, más preparados llegarán. Por esto, hay que ayudar, en la medida de lo posible, a que el Atlético Malagueño ocupe plaza en la Segunda División B la próxima temporada. Para ello, jugadores futuribles para el primer equipo deben mantener su puesto en el filial hasta acabar de cumplir el objetivo marcado del ascenso. Debilitar al filial con 'minutos de la basura' en el primer equipo para jugadores del filial puede hacer que desvien la atención y concentración con el cambio de rol y cometido para el último mes de competición. Para decidir, se debe evaluar la trayectoria del jugador durante la temporada, y si persisten dudas, está la pretemporada, en competencia directa con el resto de los compañeros. Sobre estos últimos encuentros del primer equipo, hay que poner en valor la decisión de Jose con respecto a la portería, salvaguardando al joven Andrés frente al Betis, para darle los minutos correspondientes en los tres últimos encuentros.

Confidente a sueldo

Las declaraciones de Weligton el pasado miércoles abrieron una desagradable parcela con respecto a la forma de gestionar el club por parte de la propiedad. Desde la distancia, el máximo accionista del club parece necesitar de un confidente a sueldo, aunque pinchó en hueso al hacerle la propuesta al brasileño. Esta actuación pone en entredicho algunos despachos del club, entidad sin referente directivo con capacidad para decidir, y otros, ni siquiera para opinar. Sin aceptar propuesta alguna, Weligton le dio asesoramiento gratuito y acertado al recomendarle estructurar el club en las diferentes parcelas con las correspondientes responsabilidades con un director general y un director deportivo con atribuciones propias de los cargos. Y con respecto a esta situación, el Málaga está como las carreteras que dificultan progresivamente el desplazamiento hacia y desde Ronda, como uno de los municipios más atractivos de España; los responsables de actuación para posibles y diferentes alternativas de mejoras lo sufren y son conscientes del magno deterioro de los accesos, pero nadie les mete mano.

Gracias, Ben Barek

Después de disfrutar el pasado jueves del merecido homenaje al que fuera incansable profesional y enormemente exigente como jugador y entrenador, y también entrañable, agradable y bondadoso como persona, Abdallah ben Barek, me siento obligado a compartir mis comienzos como profesional en el Club Deportivo Málaga. Aunque desde mi llegada al filial me sentí 'cogido de la oreja' por Benítez, Ben Barek me dio la alternativa como titular en el primer equipo el 8 de febrero de 1981 en Palencia (0-1) hasta el final de la temporada. Aunque, eso sí, un par de meses antes jugué 40 minutos, por lesión de mi amigo Burgueña, frente al 'Recre' en La Rosaleda (2-1). Aquella temporada debuté como profesional, me instalé en el Seminario, comencé Magisterio, disfruté de la selección sub-20 y sub-21, y detrás de tantos cambios, la exigencia del míster marcó el camino. Pasados los años, no me podía imaginar, tras tanta exigencia, que me diera tanta alegría disfrutar de la amistad de Ben Barek y de Benítez superada la parcela profesional. Con su familia, equipos de la cantera, profesionales, compañeros, aficionados y paisanos, más de 1.000 asistentes vivimos un esperado y emotivo reconocimiento a todo un mito del malaguismo. El pasado jueves hubo lágrimas en La Rosaleda... pero con otras connotaciones.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios