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La Tribuna

La hemiplejía independentista (y II)

En estos momentos se están deteniendo a posibles instigadores de actos violentos y terroristas que forman comandos organizados para generar inestabilidad, miedo y terror en España

JUAN MANUEL RUIZ GALDÓN

Jueves, 19 de abril 2018, 07:48

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En mi artículo anterior comentaba la similitud entre las sectas y los movimientos populistas actuales, en concreto los 'nacionalistas'. Hoy continúo el relato sobre el proceso de separación de una parte de España y los afectados, producidos por la estrategia de los independentistas catalanes; 'el nacimiento de una nueva leyenda negra española'.

Hoy se habla con normalidad de 'paraísos jurídicos' en la Unión Europea, desde donde se da cobijo a los huidos de la justicia española y se les facilita ataques a nuestra democracia y al 'estado de derecho español' después de más de 40 años de democracia y 32 en la Unión. En estos días, el escritos español Javier Cecas escribe un interesante artículo en el periódico alemán 'Süddeutsche Zeitung' en el que señala que los líderes independentistas detenidos «no son presos políticos, sino que están acusados de delitos graves, como rebelión, que se aplica a quienes intentan un golpe de Estado. Ser elegido no otorga a nadie el derecho a derogar la democracia».

En estos días, un pequeño Tribunal de Justicia de una región alemana, en lo que podría denominarse 'sentencia express', desprecia la democracia y el Estado de derecho español y en una auténtica 'cabriola jurídica esperpéntica' parece impedir que la Justicia española pueda juzgar a un español por los delitos tipificados y cometidos en España, ignorando, entre otras cosas, la propia historia de la Alemania, la sentencia de enero de 2017 de su propio Tribunal Constitucional que dictaminaba que Baviera no tiene derecho a celebrar un referéndum de independencia porque vulneraría la Ley Fundamental alemana, o que en Alemania son ilegales estos partidos independentistas.

Eso sí, la citada sentencia 'express' señala al prófugo como «responsable del referéndum ilegal y de los actos de violencia cometidos el día del referéndum», pero a la vez precisa «que esos actos de violencia no fueron los adecuados para presionar lo suficiente al Gobierno como para que este se hubiera visto forzado a rendirse a las demandas de los perpetradores de la violencia». Según el Tribunal alemán parece que los actos perseguidos por la Justicia española solo han sido unos 'festejos populares'.

En estos momentos se están deteniendo a posibles instigadores de actos violentos y terroristas que forman comandos organizados para generar inestabilidad, miedo y terror en España, pero esto también serían 'festejos populares' para el Tribunal regional alemán. ¿Qué hubiera pasado si la situación hubiera sido a la inversa?

El pasado día 10 de abril, el director de la Fundación Adenauer en Madrid, Wilhelm Hofmeister, publicaba un artículo en 'Frankfurter Allgemeine' en el que critica duramente el veredicto del citado Tribunal alemán, a la vez que lo hace con ciertos políticos y medios de comunicación que niegan para España lo que defienden para sus países, el 'Estado de Derecho'. Es más, el articulista augura el ocaso de la Unión Europea y entre las causas de este declive señala el proceso separatista catalán. Literalmente comenta que «las flagrantes violaciones de la Constitución cometidas por Puigdemont tienen en el contexto nacional español un peso diferente al que se percibe en el extremo norte de Alemania y en lugar de centrarse en las reglas básicas de la orden de detención europea y en entregar al prófugo a España el Tribunal Regional Superior ha llevado a cabo, en un cortísimo plazo, una valoración cualificada de los acontecimientos en torno al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 en Cataluña, algo que no se le había exigido y que excede de manera significativa sus competencias». Finaliza el articulista alemán lamentando lo que mi amigo Ángel Luis me comenta sobre este asunto, «que el Gobierno español no persiguiera con más vehemencia una solución política a la crisis y que apostara en exceso por una solución legal», y añado, no informando internacionalmente de los hechos para evitar una nueva 'leyenda negra'.

Buena parte de lo que está sucediendo tiene base en una supuesta superioridad que algunos países de la Unión creen poseer sobre otros. Los países del sur de la Unión continúan en una crisis económica y social iniciada en 2007, mientras los países del norte muestran su falta de solidaridad ante la aplicación de políticas duras de austeridad en los del sur, precisamente forzadas por ellos. Pudiera parecer que la Unión Europea finalmente sea un 'sueño lejano' por la ausencia de integración total, armonización legal y ausencia de solidaridad.

Hoy hay miedo en España por las acciones de estos grupos separatistas que se ve acentuada por este tipo de decisiones judiciales foráneas que desconocen el fanatismo de estos movimientos que han llevado a la división entre familias y amigos.

Desde 1640 los españoles conocemos de los males de estos procesos en Cataluña, que, como la mariposa, al final mueren ante la realidad del candil. Recuerdo aquella frase de Facundo Cabral, «mi abuelo era un hombre muy valiente, sólo le tenía miedo a los idiotas. Le pregunté ¿por qué?, y me respondió: porque son muchos y al ser mayoría eligen hasta al presidente».

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