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Discretas vacaciones

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Viernes, 18 de agosto 2017, 08:26

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La calma política del verano tiene pinta de ser como la meteorológica. Preludio de tormenta. Izquierda Unida tiene que decidir su futuro, Podemos anda enfurruñado con sus mayores de Madrid y con el mundo, Cs ha de cerrar el acuerdo para apoyar los presupuestos sin gran coste, sobre todo interno, el PP debe terminar de apagar fuegos y enfrentarse con la renovación, ahora parece que sí, de grandes totems de sus alcaldías andaluzas, que en noviembre quiere tener decididos, mientras en el PSOE se mueven subterráneas las aguas de las agrupaciones provinciales, cuyos congresos darán la foto fija del poder de ambos en el potente partido andaluz e influirán en las difíciles relaciones del secretario general y la 'baronesa' andaluza.

Pedro Sánchez ha combinado sus vacaciones almerienses con unos días en la costa de Cádiz, pero no se ha dejado ver. Aunque dudaba si acudir por temor al levante, sus 'hombres' en la provincia, sobre todo el exconsejero Rafael Román y su hermano José María, alcalde de Chiclana, le convencieron y ha pasado una semana en un hotel de esta población, además de aprovechar para verse con Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, cuyo apoyo a Sánchez en un mitin al comienzo de la campaña de las primarias sentó como un tiro en las filas de Susana Díaz. Todo, el ocio de Sánchez y su familia, el encuentro con la dirigente socialista francesa nacida en San Fernando y 'gran esperanza blanca' del PSF, se ha llevado con un perfil bajo-bajísimo. No ha habido ningún contacto con el 'stablishment' del PSOE-A, ni siquiera con el vicepresidente de la Junta, Jiménez Barrios, que tiene en el mismo Chiclana su feudo. En otros veranos las fotos de Sánchez con los hermanos Román levantaron ampollas en la sede regional socialista, de modo que esta discreción se puede considerar un ejercicio de prudencia por parte de Sánchez y los suyos, un claro interés por no incomodar una vez saldadas cuentas en el congreso federal. Tiene además un cierto punto de altanería.

Pero nadie duda de que los 'sanchistas' se están organizando en cada provincia para medirse con la oficialidad e intentar socavar el poder de Susana Díaz. Ya hay muchas pistas de las batallas, aunque queda tiempo hasta medidados de octubre para nuevos movimientos o alianzas. Sí se puede asegurar que habrá renovación en varias provincias, en especial por las salidas de Teresa Jiménez en Granada y Miguel Angel Heredia en Málaga, y que en otras se abre la incertidumbre. Por ejemplo en Cádiz, núcleo fuertes del 'pedrismo', donde no se ve claro el candidato alternativo, a pesar de tanta disidencia. Igual la discreción de Sánchez tenga que ver con la desigual correlación de fuerzas que vaya a surgir de la tanda de cónclaves.

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