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Confesiones sobre el cocido

Se conoce que en el PP hay una tendencia clara hacia la charcutería

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Viernes, 25 de mayo 2018, 07:43

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Pese a que todavía nos pueda llover algo, es justo en la llegada del verano cuando se percibe que esta estación es más bien un estado de ánimo en nuestra ciudad y que tiene poco que ver con la temperatura o el calendario. En los últimos años no ha habido verano en el que no hablemos de medusas, mosquitos tigre, a veces tiburones, los niños insolados en las piscinas, falsas predicciones de mal tiempo en la Aemet, los conciertos, los controladores aéreos, lo estupendo y lo terrible de la Feria son materias que se suman a los asuntos que se manejan en Málaga de una forma endémica, algunos desde hace tanto como el Cercanías a Marbella, las obras del Metro o la mismísima Limasa. Por supuesto en todo este batiburrillo de temas no podía faltar el de las natas en las playas o, 'hit' del verano, la última salida de tono de Teresa Porras, dos clásicos de la actualidad local que en esta ocasión ha llegado juntos para anunciar el verano, como el posado en la playa de una cabaretera.

De la autora de aquel canto a la liberación femenina, «las niñas en la Feria van con las bragas en la mano», ha llegado una última y tremenda confesión sobre el cocido: «La espuma del agua de la playa de Málaga es como la del caldo de puchero», frase exacta que ha recordado al salto nacional de Villalobos con la fiebre de las vacas locas y los huesos de cerdo. Se conoce que en el PP hay una tendencia clara hacia la charcutería; especialmente hacia los chorizos ibéricos que fabrican en su sede de Madrid, con una facturación mayor que la de una fábrica de embutidos. Aquí en Málaga nos hemos comido de todo, desde espuma de cocido (los modernos lo llamarían 'aire de cocido') hasta natas en La Malagueta. Puedo asegurar que el malagueño medio preferirá mil veces la cuchara.

En primer lugar sorprende la finura científica de esta afirmación. Ahora tendrán que venir a analizar las natas los mismos que aseguran que el agua del grifo de Málaga es la mejor bebida del mundo, cuando quizás sea de nuestros últimos brebajes preferidos seguida de cerca por el cianuro que vamos a tener que tomar para aguantar esto. Sin embargo, y aun siendo grave, la frase del puchero no es la peor, sino que lo peor es cuando dijo que antes de que gobernaran ellos no había playas. Lo primero porque asusta un poco lo de 'ellos', ya que uno tiende a percibir que los avances que ha habido en Málaga durante la pechá de años que lleva gobernando el PP se han producido gracias a todos. Lo segundo, porque todos los recuerdos de nuestra infancia en la playa se han visto disueltos por este machetazo de Porras, que no es más que la consecuencia de un desprecio a la memoria de quienes la tenemos que escuchar. Lo que sabemos para empezar es que en Málaga la playa se viene arreglando con parches desde que tenemos uso de razón, y que muy limpia no suele estar. Eso, y que 'ellos' ya llevan demasiados años gobernando.

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