Pablo-Banderas

El Festival de Cine de Málaga, una apuesta de éxito del Ayuntamiento de la ciudad, ha culminado su XX edición con una nota de sobresaliente. Una vez más se ha dado la voz a directores noveles de nuestro cine, pero además en esta edición, a tenor de lo que han dicho los críticos, el nivel de las películas presentadas a concurso ha sido notable, destacando 'Verano del 93', que cumplió con todos los pronósticos. Por primera vez, la Junta de Andalucía se ha implicado algo más en este certamen, que hasta ahora era de vergüenza el trato que le daba porque había una administración de color político distinto, y el Ministerio de Cultura tiene claro que es el festival por el que hay que apostar además del de San Sebastián. Estos dos certámenes son de Champions League, los demás están en otras categorías. Pero además, el festival malacitano ha tenido un impulso en esta edición enorme gracias a la presencia de Antonio Banderas, a su conferencia de prensa, rodeada de una expectación mediática difícil de igualar, y a su peso en el mundo de la cinematografía. El enganche internacional que ha de buscar el certamen que tan acertadamente dirige Juan Antonio Vigar tiene que venir de la mano de Antonio Banderas, cuya fama y marca traspasan los límites imaginables. Según las encuestas, tras Pablo Picasso, el actor es el segundo andaluz más internacional y conocido en el mundo. Los dos malagueños, uno de la plaza de la Merced y otro de calle Sebastián Souvirón. En su momento, Málaga, tras años de olvido y falsos desencuentros (más publicidad franquista que otra cosa), la capital y la provincia se dieron cuenta del gancho que tenía el artista clave en la historia universal del siglo XX y los réditos no tardaron en comenzar a verse: en torno a su figura, Málaga enarboló la bandera del turismo de ciudad y cultural y se ha convertido, mal que les pese a algunos (propios de esta tierra, no vayan muy lejos) en unos de los lugares de moda a nivel nacional e internacional. Te lo reconocen todos, y Picasso, como El Cid, después de muerto, ha tenido muchísimo que ver y lo sigue teniendo. Ahora es el momento de engancharse a Antonio Banderas, que tal como anunció en el Albéniz se replantea su vida tras el susto que le dio su corazón, del que felizmente se ha recuperado totalmente, y Málaga no queda muy lejos de sus horizontes, cada vez más cercanos. La combinación 'Pablo-Banderas' puede ser un binomio que bien adobado con otros talentos 'made in Málaga' puede dar un réditos insospechado. La Málaga que está de moda necesita un 'pasito adelante', utilizando el simil cofrade, y sin duda ellos son los dos mejores mayordomos para llevar el trono a un glorioso encierro. Son dos talentos malagueños conocidos en el mundo, y dispuestos a dejarse 'utilizar'. Ni lo dudemos, por favor.