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LA TRIBUNA

Hacia los 20 millones de viajeros

Andalucía necesita una plataforma propia potente para sus relaciones con el exterior. Eso ya ocurre con el Aeropuerto de Málaga, pero la realidad es dinámica y hay que tomar posisiones para no quedar descolgados

JOSÉ PEDRO ALBA GARCIA. INGENIERO DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS

Lunes, 27 de marzo 2017, 08:36

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SUR publicaba hace unos días una muy interesante información relativa a las expectativas de crecimiento de la actividad en el Aeropuerto de Málaga. Son cifras para sentirse contento, pero también para tomarlas como base para unas reflexiones sobre la realidad y sobre el futuro, desde una visión no solamente aeroportuaria sino de tipo estratégico, por lo que tiene que ver con el conjunto de los intereses de nuestra provincia y de nuestra región.

El Aeropuerto de Málaga ha sido en el año 2016 el de mayor tasa de crecimiento del número de pasajeros (15,7%) entre los cuatro más importantes de España, y sólo es superado por Madrid y Barcelona en el total de viajeros anuales entre los de la Península. En Andalucía mueve 7 de cada 10 viajeros que pasan por todos sus aeropuertos, y el 85% de los viajeros de vuelos internacionales. Es la puerta al exterior más importante para nuestra región, con gran diferencia.

Esto no es casual ni fruto de ningún tipo de actuación administrativa o pública, sino la consecuencia de los atractivos que ofrece nuestra zona, apoyados en una importante infraestructura. Hasta ahora han solido fracasar las apuestas por intervenir en el mercado del transporte aéreo mediante subvenciones para la implantación de líneas y servicios, que han derivado en costos injustificados para los bolsillos de todos, y sin más resultado que beneficiar a determinadas compañías y a intereses diversos. El transporte aéreo está liberalizado en Europa y en casi todo el mundo, y eso aporta eficiencia y rentabilidad social. Pero subsisten sutiles intervenciones desde lo público que introducen, a veces, sesgos en ese libre mercado. Esto todavía ocurre en España, y no precisamente a favor de Málaga.

Las previsiones de crecimiento del tráfico en nuestro aeropuerto permiten estimar que en dos años se superarán los 20 millones de pasajeros/año, y que las capacidades de sus instalaciones de tierra (terminales para pasajeros) pueden llegar a quedar superadas antes de cinco años. Me consta la atención que desde su dirección se presta a este asunto. Esta circunstancia, y el disponer de dos pistas de vuelo lo configura como la principal plataforma aeronáutica del sur de España y del norte de África, lo que supone unas oportunidades que deben aprovecharse, en beneficio de Málaga, de Andalucía y de España.

Con las vías de transporte terrestre (autovías y AVE) existentes y de próxima terminación, el Aeropuerto de Málaga va a tener en un radio de hora y media de tiempo de traslado más de cinco millones de residentes y un número superior de turistas. Estos datos son del mismo orden de los que se presentan en Madrid y Barcelona, aunque en estos casos las mayores actividades económicas y administrativas, y los mayores niveles de renta, generan mayores índices de utilización de sus aeropuertos. Pero nuestra ciudad está empezando a ser también base de transporte para el norte de Marruecos, lo que es importante considerar para el futuro del aeropuerto.

Las actividades propias y directas del Aeropuerto de Málaga repercuten en un valor del orden del 12% en la creación de riqueza (PIB) en nuestra provincia, valor similar al que se da en Madrid. Pero la actividad en nuestro aeropuerto tiene un amplio recorrido de desarrollo si se actúa para promover el crecimiento de su actividad, a partir de la importante infraestructura disponible. Una región como Andalucía necesita en el mundo actual de una plataforma propia potente para sus relaciones directas con el exterior, evitando así depender, al máximo posible, de otros territorios. Esto ya ocurre en buena medida con el Aeropuerto de Málaga, pero la realidad es muy dinámica y hay que tomar posiciones desde aquí para avanzar y no quedar descolgados. Y esto no debe ser traducido en una situación de conflicto con los demás aeropuertos de Andalucía, que deben continuar desarrollando sus actividades con rutas directas que tengan demanda, y con solución a la conectividad de los viajeros con el de Málaga para otros destinos.

El crecimiento de la actividad en nuestro aeropuerto ha de aportar cuantiosos beneficios, especialmente sociales (por cada millón de pasajeros/año nuevos se suelen crear unos 1.000 empleos directos), aparte de las posibilidades que se abren para el desarrollo de todo tipo de actividades económicas y sus empleos consiguientes. Es el 'corazón' de la economía de Málaga y, cada vez más, de Andalucía. Tres son los capítulos sobre los que considero necesario actuar para impulsar el crecimiento y rentabilidad del Aeropuerto de Málaga:

-Conexiones terrestres: solución para el acceso viario desde el norte, para facilitar las comunicaciones con el interior de Málaga y de Andalucía, principalmente; también para disponer de una ruta de acceso alternativa a las actuales. Es tema ligado a la realización de un corto tramo del Vial Distribuidor, cuyas obras llegaron a estar contratadas por la Junta de Andalucía. Más importancia estratégica tiene la conexión directa con la línea férrea AVE Córdoba-Málaga, pues ello hará posible que toda Andalucía se pueda servir del Aeropuerto de Málaga con más facilidad que de cualquier otro aeropuerto para la mayoría de los viajes al exterior.

-Establecimiento de nuevas rutas a destinos en otros continentes: ya operan desde Málaga, o están previstas, líneas a Nueva York, Montreal, Estambul y Tel Aviv; pero considero que es el momento de conseguir otras que conecten Málaga y Andalucía directamente con destinos tales como Miami, California, Bogotá, Sao Paulo, Buenos Aires, Méjico, Golfo Pérsico, Lagos, y algún otro, que sirvan de plataforma para conectar con amplias zonas del mundo. En los próximos meses se van a inaugurar líneas tipo 'low cost' de largo radio desde Barcelona a algunos de estos destinos, habiéndose establecido fuerte competencia para ello por dos compañías aéreas. Creo que Málaga tiene una buena oportunidad en esa situación.

-Información y promoción del Aeropuerto de Málaga en la región y en otras limítrofes y, en especial, en Marruecos. No se conoce por la generalidad de los andaluces la amplia oferta de rutas y destinos que ofrece, aunque es un tema que ha empezado a evolucionar a partir de viajes organizados para grupos. Trabajar sobre esto ha de aportar beneficios para todos, superando visiones localistas estrechas.

Siendo fundamental el papel que para el turismo desempeña nuestro aeropuerto, es la hora de reconocer, facilitar y potenciar de forma adicional otros tipos de servicios, para viajeros de negocios, turismo de alto poder adquisitivo, lugar para actividades económicas y empresariales, etc. Pienso que hay mucho que hacer entre todos, sin grandes inversiones pero con dedicación y visión estratégica, en beneficio de muchos millones de personas.

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