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INTRUSO DEL NORTE

Hoy, Málaga la gala

Una Málaga parisina sin niebla, verde en lo posible. Y libre

JESÚS NIETO JURADO

Lunes, 20 de febrero 2017, 08:55

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Málaga es Francia con más salitre. Francia es Málaga con más rábanos y con más coles y con menos encanto. Pero hay un París malagueño que no se sabe muy bien si es París o es la Costa Azul; o si son las dos cosas mezcladas al mismo tiempo. La delimita La Malagueta como coso picassiano y azul, y un cementerio protestante que da encanto a la cosa. Por allí hay un río de sombras y de poetas, de ultramarinos que ordenan la fruta con ese donaire francés, y un periódico que nos vende junto a 'Le Monde', y el Palacio de la Tinta con esos tejados que inventó Haussmann pero que aquí, al mismo sol africano de Camus, tienen una densidad de azul que apunta al paraíso antes que a la comuna o al liarse a adoquinazos puros: aunque una pedrada y una guillotina cambien la Historia según los eruditos.

Hablo de una Málaga parisina sin niebla, verde en lo posible. Y libre. Y hablo de una Francia que viene a España a ver al socio prioritario, y una España a la que ya no les tiran los 'Induraines' ni los tomates cuando se cruza Roncesvalles o la muga.

Porque a España, a pesar de lo visto, 'se la respeta', que diría Escobar en netflix. Una España, y Málaga como su punta y su embajadora, donde van quedando mejor los impresionistas, que en la ciudad de la luz sin luz quedan como peor colgados; y si no, al tiempo.

Vendrá a Málaga Hollande, un chisgarabís que a pesar de todo supo estar a la altura, y que yo a estas otras alturas no sé si habrá sobrevolado Bailén, con lo que allí le dimos a los suyos. Pero no, desde Gobernación -aka Presidencia- insisten en lo formal de la cumbre hispano-francesa con un runrún de comunicados para que saquemos guapo a Rajoy, precedido del Apocalipsis y el granizo. Insisten en la luz, la hora, el canutazo interior por si truena y que parezcamos plumillas europeos...

Francia ha sufrido lo indecible en pos de esa nebulosa que era Occidente, el europeísmo, y que ahora sí que vemos clara. En Francia, como en Vistalegre (bis), hay secretos de Estado, alcobas, conspiraciones de alcoba y conspiraciones de Estado. Pero en ningún caso en Francia la peña reniega de 1789 como aquí hacemos con 1812 o 1978, agitados por banderas pueblerinas de antaño. Allí el normando es normando pero se cuadra ante la tricolor, y eso entre otras ventajas que derivan de la confianza del estar en el ser.

Ocurre que los españoles le debíamos una gratitud recta y en el siglo XXI a Francia, cuando Iparralde (País Vasco Francés) dejó de ser un santuario de pistoleros, y nos los traían rapidito hasta Barajas, con una ficha completa del 'gudari' en cuestión. Y no hay mejor escenario que Málaga, esta Málaga, para que España y los gabachos reformemos Europa frente al Imperio del Mal. Ese que ronda a diestra y a siniestra. Desde los girasoles de Ohio a las parameras de Siria.

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