Borrar
EL RAYO VERDE

La 'marea verde'

Lalia González

Viernes, 17 de febrero 2017, 09:36

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Antonio Maíllo está convencido de que Susana Díaz se reunió con el arzobispo de Sevilla, monseñor Asenjo, -hay quien dice que en el ático de Antonio Pulido, el presidente de la Fundación Cajasol-, y pactó no recortar aulas a la enseñanza concertada. La consejera Adelaida de la Calle, desde luego, se lo curró a fondo para que la patronal de estos centros se aviniera a un acuerdo y no las tuvo todas consigo hasta días después de que los niños salieran a los patios con globos azules.

Agitación con los conciertos hay cada año por estas fechas, pero ahora la sensibilidad está a flor de piel. Se nota mucho el temor a conflictos que dañen la credibilidad de Susana Díaz en su ascensión a los cielos socialistas. El vicepresidente Jiménez Barrios multiplica su tarea de apagafuegos y se intensifica el control de todo lo que se mueve, de lo que publica hasta el último confidencial. Qué intensidad.

Ahora, el Gobierno andaluz está evidentemente preocupado por la posibilidad de que se le monte una 'marea verde', después de las heridas que le ha producido la 'blanca', por estas razones de coyuntura.

Llegados a este punto, con las camisetas verdes ya en las calles, existen dos posibilidades. O bien que a Educación la empareden entre quienes quieren sólo escuela pública y los que desean potenciar el sector privado, es decir que termine por no contentar a nadie, o que las propias diferencias de modelo educativo hagan que la 'marea' se diluya en un conflicto más, uno de tantos. Es decir, que no cristalice en una macroplataforma ciudadana que inunde las calles. Las heridas de Granada aún no han cicatrizado.

De momento, parece que el frente concertado se ha neutralizado, con monseñor o sin monseñor, y el que defiende la escuela pública presenta a su vez algunas grietas. A pesar de la sintonía entre IU y Podemos, a los primeros no les gusta mucho Ustea, el sindicato de Teresa Rodríguez y Kichi, que liberó a ambos el suficiente tiempo como para que no recuerden cuándo cogieron por última vez una tiza.

Las contradicciones son más profundas. No sólo es cierto que Podemos en Cádiz ha defendido que se mantuvieran aulas concertadas en San Vicente de Paúl, lo que demuestra que una cosa es gobernar y otra pontificar, sino que muchos de los adalides de la pública presionan luego para que les admitan a sus hijos en la concertada.

Con todo y con eso, se defienda el modelo que sea, mi impresión es que la 'marea verde' no va a perturbar demasiado la 'irresistible' (o no) ascensión de Susana Díaz. A esta sociedad no le importa la educación lo suficiente. Más allá del discurso de boquilla, si la educación de verdad preocupara, si fuera el centro de todas las políticas, como debiera por su papel decisivo en la construcción del futuro, otro gallo nos cantara.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios