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LA ROTONDA

La hora del trabajo

José Miguel Aguilar

Viernes, 16 de diciembre 2016, 10:05

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Da la impresión de que de vez en cuando se cuela entre la actualidad informativa alguna idea de una mente pensante para desviar la atención o para calibrar la repercusión de la misma antes de intentar ponerla en práctica. Esta semana, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha deslizado, sin ofrecer muchos detalles, la idea de finalizar la jornada laboral a las seis de la tarde. Ahí lo llevas. Como si no hubiera problemas más graves en este país. Es cierto que el programa electoral del PP lo recogía, que Ciudadanos lo defiende con ímpetu hasta el punto de que lo llevó al pacto de investidura de Rajoy como presidente del Gobierno, y que es seguro que el resto de partidos no se va a oponer a una medida que antes de concretarse todo el mundo la firmaría. El Gobierno quiere impulsar un pacto nacional para la conciliación y racionalización de horarios, para lo que está dispuesto hasta cambiar el uso horario. ¿De verdad que es más importante a qué hora sales de trabajar que, por ejemplo, cuánto cobras por tu trabajo? ¿No habría que empezar por devolverle al trabajador el salario que se le arrebató en los últimos años con la crisis?

Desde luego que acabar de trabajar a buena hora no es una cuestión baladí, pues se estima que existe un retraso de dos horas de media respecto a Europa. ¿Pero para qué se quiere salir antes del trabajo si luego no tienes qué gastar porque tu sueldo no llega ni para disfrutar de un rato de ocio?

En la mesa de diálogo que quiere crear el Ejecutivo debería plantearse otras cuestiones principales, como la dificultad de las pymes para llevar esta medida a cabo o la precariedad que invade el mercado laboral, tras una reforma implantada por el PP cuando tenía mayoría absoluta en el Congreso y que ahora el resto de partidos quieren derogarla. Si la nueva política es tumbar todo lo que hace tu oponente es imposible avanzar y llegar a un mínimo acuerdo... e incluso se habla de hacer un nuevo Estatuto de los Trabajadores.

En el fondo lo que subyace es la utópica conciliación, pero no se dan cuenta que con salarios tan bajos es imposible conciliar: ¿de qué vale salir de trabajar antes si es imposible plantearse formar una familia? El otro día leí una información que a fecha de 2014 España era el país de la UE con menos ayudas para las familias, si a eso se une el descenso en el dinero que gana un trabajador por hacer el mismo trabajo que ocho años atrás es difícil implantar algún modelo basado en la flexibilidad laboral y en las políticas de conciliación. Los expertos adelantan el problema de natalidad que tendrá este país cuando avance el siglo XXI, de hecho según Naciones Unidas a día de hoy es junto a Japón y Eslovenia el país con la población más envejecida del mundo. ¿Y el problema es la hora que salimos de trabajar? Aquí no vale aquello de que el tiempo lo cura todo...

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