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CITA EN EL SUR

Altura de miras

Para alcanzar un acuerdo sobre el metro hay que tener altura de miras

Pablo Aranda

Miércoles, 30 de noviembre 2016, 10:21

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La dificultad entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía para alcanzar acuerdos es kilométrica. El metro nos da la medida. Nuestro metro puede ser un metro bús o un metro tranvía, pero las reuniones se suceden y el metro se va alargando, igual que le pasó al de París, el de platino e iridio, que debido a la humedad se alargó un poco y dejó de ser la referencia internacional para convertirse en un cacho de hierro. Coincidiendo con la última reunión de Ayuntamiento y Junta, se han reunido también los ministros de asuntos exteriores de Bélgica y Holanda. Los señores ministros no se han ocupado del metro de Málaga sino de visar el acuerdo de Visé. Han sellado un cambio en la frontera que los une, el cual afecta a diez hectáreas del municipio de Visé. Si hubiera petróleo a ver quién alcanza un pacto. O una boca de metro, que aquí se traga todos los acuerdos. Bélgica y Holanda ya no son lo que eran. Resulta que los meandros de un río fronterizo ya no serpentean como solían y trozos de Bélgica quedaban en terreno holandés y viceversa. Los holandeses son los más altos del mundo, pero su país es el más bajo. El punto más elevado es el monte Vaals, que mide nada menos que 321 metros. Justo ahí confluyen las fronteras de Holanda, Bélgica y Alemania. Bélgica, en cambio, puede presumir ante los holandeses de más altura de miras, pues la Signal de Botrange, lo más cerca del cielo que se puede estar en Bélgica, alcanza 694 metros. En el pico, o el piquito, una escalera permite llegar a una plataforma de seis metros y así se puede estar a 700 metros y marearse de vértigo.

El problema de los cambios es que te toque sembrar el trigo y luego lo recoja el del país vecino, o que seas belga pero que muy belga y ahora te conviertas en holandés. Igual tu himno no tenía letra y ahora has de aprendértela. Y los carteros qué. Cada vez se escriben menos cartas, pero acaban de convocarse mil seiscientas plazas de cartero. Se han presentado doce mil personas, caben a una plaza por cada setenta y cinco aspirantes. Hay cien preguntas, muchas de geografía práctica. ¿Caerá en qué país está Visé? El alcalde de Visé se apellida Neven, que suena tanto a flamenco como a holandés, porque es lo mismo. Otro cambio de fronteras amistoso previsto para el año que viene es el de Noruega y Finlandia. Finlandia cumple cien años y Noruega va a regalarle unos metros para que sea de ellos el alto pico Halti. Pobre Halditsokky, el pico más alto hasta ahora, como saben. Qué manía con las alturas. Nosotros deberíamos tenerla con el agua, que no cae ni a pesar de la que ha caído. Estamos en prealerta de sequía. Podríamos cambiarle a Holanda el monte San Antón por unos cuantos canales. Pronto el alcalde comenzará de nuevo a cronometrar las duchas. Y los demás deberíamos seguirle.

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