Villar del Río

R esulta inevitable comparar el plantón de Obama a Sevilla con el final de la película Bienvenido Mister Marshall de Berlanga-Bardem-Mihura. Como en Villar del Río, el ficticio pueblo andaluz, los americanos pasarán hoy de largo de la capital de Andalucía. Los memes alusivos a la genial película circulan por todas las redes con la chanza lógica después de lo que sin duda es un desaire antológico, aunque tenga la disculpa diplomática por la gravedad de los altercados racistas en Dallas.

A todos les resulta comprensible que Obama, quien confirmó su visita la misma tarde de los crímenes contra cinco policías en la lejana Texas, desistiera horas después para volver raudo a Estados Unidos. No tan raudo como para no poder bajar del Air Force One en Rota y saludar a los dos mil norteamericanos de una base clave en la estrategia geopolítica de Estados Unidos en el Mediterráneo. Será la primera vez que un presidente de USA visite la base en sus 63 años, los mismos, por cierto, de la película Bienvenido, Mr. Marshall.

Me temo que se trata solo de una razón de imagen, simplemente. Hasta el alcalde Espadas ha comprendido, tan bonachón como Pepe Isbert, que la imagen del presidente de los Estados Unidos en mangas de camisa paseando como un turista por la mítica Sevilla, o escuchando la guitarra flamenca de Daniel Casares, tras el drama xenófobo de Dallas, iba a resultar muy mal vista.

Lo que yo también veo es que ese paseíllo de dos horas era una compensación económica a modo de promoción turística por albergar con mucha comprensión y hasta cariño (pese al go home de los de IU y cuatro más) las bases militares norteamericanas, ahora con escudos antimisiles.

Y me pregunto, ¿no hubiera sido posible simplemente suprimir la foto de Obama ante la Giralda y haber buscado otro ángulo menos costoso para la imagen del presidente? No se, se me ocurre que hubiera recibido, en la misma plaza del Triunfo, a los trabajadores españoles de la base de Morón que llevan años reivindicando sus derechos laborales.

Claro, es menos glamuroso que Lolita Sevilla cantando «Os recibimos, americanos con alegría...»