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VOLTAJE

El escándalo de La Mundial

El empeño del Ayuntamiento por derribar La Mundial resulta ya enfermizo

Txema Martín

Viernes, 1 de julio 2016, 09:46

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Hay algunas cosas que nos parecerían increíbles si no fuéramos de aquí: la Junta lleva varias temporadas con una afición ejemplar por decir que no al Ayuntamiento, pero nos ha sorprendido esta semana al autorizar el derribo de La Mundial, donde se pretende levantar un hotel de diez plantas bajo una evidente oposición civil. Los socialistas argumentan que el visto bueno de la Junta es una consecuencia legalmente ineludible, pero resulta llamativo, cercano a lo inaudito, que desestimara el derribo del bloque del Astoria porque no había proyecto pero autorice éste cuando es público y notorio que el pleno del Ayuntamiento ha tumbado la construcción del hotel.

Más extravagante, diríamos que incluso sospechosa, resulta la actitud en este asunto del Ayuntamiento empeñado en contradecir a la mayoría democrática del pleno. Esta actitud déspota, con la peligrosidad añadida de que sea el propio equipo de gobierno quien se convierta en insumiso de sí mismo, transformando la situación en una auténtica pandereta. El Ayuntamiento también es responsable de conceder prórrogas que tienen toda la apariencia de ser ilícitas a una constructora cuya solvencia está en entredicho; en todos estos años, más de ocho, la empresa no ha hecho frente a ninguno de los pagos que se ha comprometido a hacer según el convenio y debe a todos los malagueños 7,3 millones de euros. El empecinamiento por estrellarse contra un muro por parte del Ayuntamiento resulta enfermizo.

El bloque de izquierdas de la oposición ha asegurado que no descansará hasta tumbar definitivamente este proyecto, que consideran un flamante ejercicio de especulación urbanística y de destrucción de patrimonio. La clave de este bloqueo la volverá a tener Ciudadanos, que pese a que votó en febrero de este año por resolver el convenio y mantener el edificio, es decir, por proteger nuestro patrimonio, ahora parece que tiene dudas. Lo que ha ocurrido en estos meses para que cambien de opinión pertenece al territorio de la incógnita.

Entre todo este follón, uno termina por hacerse preguntas, entre ellas cuál es el límite en la cantidad de hoteles que esta ciudad puede llegar albergar. Además de los que han abierto o están a punto de hacerlo, hay otros tantos proyectados, alguno de ellos de calibre megalomaníaco como el del muelle de levante, otro en un despreciable estado de abandono como el del palacio del Marqués de la Sonora, un proyecto que vuelve a tomar forma mediante la inversión de sus nuevos propietarios. Con medio centro histórico previsiblemente dedicado a la solución habitacional para el turismo, Málaga sigue empeñada en convertirse en una ciudad fantástica para ser visitada, pero con cierta hostilidad hacia el habitante. El hecho de que el Ayuntamiento actúe contra la mayoría democrática del pleno es precisamente eso, lo que nos faltaba por ver.

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