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MIRANDO AL MAR

EL ORIGEN DE LAS TRADICIONES

JOSÉ MANUEL BERMUDO

Jueves, 9 de junio 2016, 09:59

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EN muchas ocasiones es difícil saber de dónde surgió la idea de celebrar una fiesta, conmemorar un hecho histórico o venerar una imagen. Con el paso del tiempo se van difuminando los detalles de la historia verdadera, mezclados con la leyenda que algunos fueron alimentando con detalles a veces bastante ingenuos, o bien basados en documentos mal interpretados. También suele ocurrir que la transmisión oral produzca deformaciones cuando se escucha aquello que se desea y no lo que pasó. En estas cosas hay versiones para todos los gustos, incluidos las de los descreídos que consideran que existe siempre una especie de conspiración por algunos intereses ocultos.

En los tiempos que vivimos, donde la comunicación se produce por múltiples medios y de forma instantánea, parece que todo puede quedar perfectamente claro con la abundancia de datos que tanta gente aporta, pero a veces resulta lo contrario, que hay quien llega a confundir al personal con su particular visión. ¿En que se parece la feria de Marbella de hoy a la de hace varias décadas? En la misma ubicación en la que hoy se montan barras de diversos colectivos que no paran de servir cervezas y platos de arroz se instalaron hace tiempo las rudimentarias atracciones (mirado hoy con vista digital) que entonces hacían las delicias de los niños. Aquellas barquitas de madera que visitaban la ciudad una vez al año eran toda una ilusión para niños y adolescentes que destinaban una parte de su dinero para esos días. Y los programas de fiestas de los ayuntamientos recogían numerosas actividades recreativas para los más jóvenes, que eran (se suponía) los que más disfrutaban de las fechas festivas. Comparen ahora.

En estos tiempos lo más frecuente es hablar de barras de bar y de cómo y quiénes se las van a adjudicar. Y también sobre si la feria de día es necesaria para que los visitantes de Junio vean que aquí la alegría y la feria es también un atractivo turístico. Y los bares están llenos, aunque los programas de feria no tengan carreras de cinta, de saco o de tiro al blanco, que eso ya se hace en otras épocas del año, si es que se hace, que esto ha cambiado mucho.

Una de las tradiciones que se han consolidado en los últimos años es la de la Romería a Nagüeles que organizan los Romeros de San Bernabé en honor del patrón de la ciudad. Esta tradición es fruto del interés de un grupo de ciudadanos que hace poco más de treinta años decidieron que faltaba algo, un motivo, una veneración y una organización para que la ciudad pudiera enarbolar una bandera tradicional en sus fiestas mayores.

Hoy la romería cuenta con todo tipo de seguidores que acuden al pinar en el que, ahora, existe una capilla para San Bernabé. En su día se tomó Marbella por los enviados de los Reyes Católicos, según la tradición, un once de Junio, aunque podría haber sido unos días antes o después y tendríamos a otro protector. Pero las cosas son como son.

En lo que respecta a la ya tradicional romería hay que recordar que se hizo por primera vez (al menos en los tiempos modernos) organizada por la emisora de radio de Marbella Radiocadena Española, que antes fue Radio Costa del Sol y después Radio Nacional. Fue en 1985, paralelamente a la fundación de los hoy romeros del patrón

No deja de ser curioso que fuese un periodista madrileño, Miguel Ángel Blanco, que había llegado meses antes a la dirección de la emisora, quien propusiera la romería al pinar de Nagüeles. Y salió, como también otras iniciativas para conmemorar el 25 aniversario de la radio, entre ellas un gran festival de órgano en la parroquia de la Encarnación. Durante tres años se celebró la romería, laica, sin ningún tipo de connotación religiosa, y desde el primer momento nos sorprendimos todos los que, de una u otra forma, estábamos en ese proyecto, de la respuesta popular. Más de diez mil personas acudieron a la fiesta y Nagüeles sonó hace treinta y un años algo más que por la polémica urbanización de aquel paraje único que también entró en la política de la especulación, mucho antes de que llegara Jesús Gil. Y los ciudadanos de Marbella fueron testigos de una fiesta que contó con la colaboración de artistas de la ciudad y de algunos consagrados como 'Los Romeros de la Puebla', 'Ecos del Rocío' o 'El Pali'. Y ahí quedó establecida la base de una tradición. Después, cada pueblo decide con su apoyo por donde hay que tirar. Y así continúa la tradición.

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