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LA TRIBUNA

Los viajes de las facturas en la Junta de Andalucía

Los proveedores de las distintas Agencias Públicas de la Junta se ven atrapados en una maraña burocrática donde las facturas presentadas entran y salen desde las Agencias a los Centros Directivos

IGNACIO SÁNCHEZ DE MORA Y ANDRÉS. PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN EMPRESARIAL DE INGENIEROS CONSULTORES DE ANDALUCÍA

Martes, 7 de junio 2016, 10:03

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La teoría y la base jurídica vigente, ley de morosidad, prevé un periodo de cobro de 30 días de las facturas emitidas a una Junta de Andalucía que declara y 'vende' haber revisado sus procesos, para transformarse en una Administración Pública ágil y electrónica. La realidad es diametralmente diferente y significativamente peor; los proveedores de las distintas Agencias Públicas de la Junta de Andalucía se ven atrapados en una maraña burocrática donde las facturas presentadas entran y salen desde las Agencias a los Centros Directivos matrices y necesitan completar un largo de viaje por etapas a través de mesas y delegaciones provinciales hasta conseguir una cascada de firmas de técnicos y funcionarios que generarán un documento de orden de pago. Esta mala práctica cotidiana, machaca financieramente a cualquier empresa, pero aún más a aquellas que prestan servicios a través de su personal al que, sí o sí, les pagan las nóminas a 30 días. Las empresas de ingeniería de consulta, a las que tengo el honor de representar, son de ese tipo de empresas, ya que aproximadamente el 80% de sus costes son de personal.

Para ilustrar estos flagrantes retrasos, voy a describir el proceso que se aplica en la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, en adelante AMAYA. La factura entra por registro un día (soleado) en AMAYA siendo revisada y analizada por un técnico que, si procede le da el visto bueno y la eleva a sus superiores en la dirección técnica. Una vez firmada por los técnicos de AMAYA, la factura se va de viaje a la delegación provincial correspondiente, donde el director de actuación debe darle el visto bueno. Este paso suele acarrear grandes demoras; transcurrido ese periodo de duración muy incierta y que en ocasiones depende de estados anímicos y de relaciones personales, la factura emprende rumbo a la Dirección General de Infraestructuras Hidráulicas y Explotación del Agua DGIHyEA. Mientras tanto la empresa de ingeniería, proveedora del servicio, ha pagado de media una nómina a sus trabajadores, sus seguros sociales y prepara la segunda. Revisado el documento en cuestión por la DGIHyEA, se envía a Intervención de la Consejería de Hacienda. Es su tercer viaje, es el Viaje, que quizás algún día pueda transformar su importe en una transferencia bancaria a la cuenta corriente del proveedor. La Intervención, atascada de facturas, generará con el paso de las semanas/meses una orden de pago que enviará a AMAYA.

Han transcurrido, de media, 100 días; el empresario ya ha abonado el IVA, tres nóminas, los seguros sociales, sufragado costes operativos, costes financieros y resto de impuestos.¡ Con la orden de pago, existe la posibilidad de obtener la toma de razón de la factura, esto no significa que te abonen el servicio que has prestado, sino que podrás ir a la entidad financiera a negociar qué porcentaje te cobra por hacer líquido un importe económico que pertenece a tu empresa pero que transcurridos los meses no recibes. Antes de esa toma de razón ni siquiera puedes ir al banco porque las entidades financieras hace tiempo que no admiten el 'papel de la Junta'.

Seguimos a la espera de la tesorería de la Junta de Andalucía, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueves meses.Un día (radiante) cuando estás a punto de abandonar y dedicarte a otras actividades empresariales recibes la transferencia de la factura que entregaste un día (soleado) en AMAYA. ¿Resulta admisible? ¿deben los proveedores de la Junta de Andalucía soportar en silencio este abuso constante? ¿cómo es posible que la recaudación de impuestos sea tan diligente y los pagos se demoren permanentemente? ¿cómo es posible que impuestos finalistas como el canon de mejora no puedan atender los pagos en los que se invierte su recaudación? Los decretos de pago a proveedores, uno de los mejores inventos del siglo XXI, fueron mecanismos extraordinarios para atender una situación extraordinaria de las Administraciones Públicas, sin embargo, en Andalucía la situación se ha convertido en ordinaria. Afirmo, con preocupación, que nuestra Administración Autonómica está en suspensión de pagos desde hace varios años. La solución a esta situación de impago extremo corresponde al Gobierno Andaluz.

Nuestras empresas asociadas, proveedores habituales de la Junta de Andalucía, no están dispuestas a tolerar esta situación de abuso, es por ello por lo que hemos acordado reclamar los intereses de demora, que se liquidan nada menos que al 8,05% de interés y hacer todo lo posible para reducir la asfixiante burocracia, electrónicamente disfrazada, que nos oprime.

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