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¿Dónde hay flamenco en Málaga?
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¿Dónde hay flamenco en Málaga?

Txema Martín

Sábado, 21 de mayo 2016, 09:38

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Esta es una pregunta que hace a menudo la gente que viene a visitar Málaga por cualquier motivo. ¿Dónde hay flamenco? La respuesta es en general poco complaciente. En esta ciudad, a pesar de la tradición, hay pocos lugares en los que uno pueda disfrutar del cante, no al menos de una manera habitual. Hay bares, locales más o menos recónditos, la peña Juan Breva, por supuesto, y una muy vaga apuesta de la programación cultural pública por el flamenco. Es como si el hecho de habernos adaptado al gran público hubiera supuesto la anulación de alguna de nuestras características. Por eso es un gustazo que haya alguna institución como el Museo Picasso haya hecho esfuerzos por traernos desde lo público, y quizás sin tener ningún motivo, una programación de calidad que mira hacia el flamenco.

Y es que el Picasso acoge estos días 'Flamenco con ñ', un ciclo organizado por la Fundación SGAE creado para difundir el flamenco internacionalmente y que se celebra en el auditorio del museo desde el pasado jueves hasta hoy. Se trata de una muestra para programadores internacionales que ha contado, como público, con representantes de festivales de música y promotores europeos invitados de Francia, Alemania, Holanda, Austria o Italia. Son personas relacionadas con los mejores festivales de flamenco de Europa; a veces uno tiene la sensación de que en el extranjero tratan nuestras tradiciones mejor que nosotros mismos. Pero lo mejor de toda esta muestra es su programación, diseñada además por expertos en la materia como Teo Sánchez, que presenta y dirige el programa 'Duendeando' de Radio 3; el mítico cantaor 'Fosforito' o la periodista y crítico musical Marta Carrasco, entre otros. Han programado un total de 12 conciertos en formato 'showcase', es decir, espectáculos cortos, muy contenidos, para que los profesionales puedan apreciar la esencia de los artistas.

Era un concierto dedicado a los programadores, pero también tuvo cabida el público general. Con una entrada que costaba solamente cinco euros y a pesar de su poca promoción, en el auditorio no había localidades disponibles en ninguna de sus actuaciones. Había arte hasta en el público. Los austriacos se codearon con la Cañeta. De toda la interesantísima programación, sacamos tiempo para ir el jueves a dos actuaciones tremendas, ideales para acoger sensaciones entre la pureza y la heterodoxia. Primero, Tía Juana la del Pipa, con toda esa pureza jerezana del flamenco en las mismísimas raíces, y la potencia sonora de La Macanita. Luego, el virtuosismo al piano más flamenco y jazzístico de Dorantes con voz y presencia escénica del mítico El Pele, que es en realidad un revolucionario. A esta velada le han acompañado otras, como una sesión más temprana con Ultra High Flamenco y Rosario Toledo, un recital inaugural de Antonio Reyes y un colofón, el de esta noche, con una muestra que pertenece al espectáculo 'Camino a Ítaca', la portentosa Esperanza Fernández con el flamenco bueno de los gitanos. En total el ciclo 'Flamenco ñ' ha resultado ser todo un diamante en la escurridiza programación flamenca en la ciudad. Incluso aunque el Picasso haya actuado como un mero contenedor, su programación anual sorprende a menudo con numerosos hallazgos.

Picasso y el Flamenco

La relación entre el pintor y el cante ha sido abordada en numerosas ocasiones. Por ejemplo, en un ciclo que organizó a este respecto la Fundación Picasso, nos enteramos de que Picasso no sólo era un gran aficionado al cante, sino que fue también una especie de promotor de fiestas flamencas en Francia, incluso en su casa, y allí llevó a numerosos artistas malagueños. Uno de ellos fue Paco Jurado, que entabló amistad con Picasso. La guitarra que le firmó sirvió para que el guitarrista se comprara un piso en Torremolinos. Él sí que sabía. Recuerdo una anécdota de Pepito Vargas que confesó haber tirado «un dibujito» que le hizo Picasso en un bar, garabato que sin ninguna duda le habría sacado de pobre. Si Picasso hubiera nacido algunos años más tarde, seguro que se habría decantado además por la música electrónica. Lo que está claro es que si llegara hoy a Málaga también nos preguntaría eso, que dónde hay flamenco.

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