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LA ROTONDA

Soñar despiertos

José Miguel Aguilar

Viernes, 8 de abril 2016, 09:46

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Un homenaje encubierto. Un acto con los máximos honores. Banderas que ondean al viento en una noche para la historia. Zeljko Obradovic como personaje estelar invitado a un partido preñado de nostalgia. El Palacio de los Deportes Martín Carpena echa hoy la persiana europea tras este Unicaja-Fenerbahce que cierra una época. Inolvidable para los amantes del baloncesto. Un encuentro sin nada en juego, pero con mucha emoción. El simple hecho de ver en el banquillo al entrenador más laureado merece ya de por sí el gesto de comprar una entrada. Él en sí mismo es un espectáculo, por eso es el más grande, y el azar ha querido que sea el preparador serbio el último visitante, liderando a un equipo que de su mano aspira al título más deseado. Una leyenda rival para conmemorar una trayectoria singular, la de un equipo malagueño que asaltó la élite continental y se gustó tanto que durante tres lustros observó a los demás desde la cima -once temporadas consecutivas entre los 16 mejores-, lo que añade mérito a su esfuerzo continuado.

Quince años después la Euroliga se despide de Málaga en lo que todos esperamos sea un hasta luego. Demasiados recuerdos para guardarlos en un baúl. No caben. Numerosos viajes repletos de anécdotas. Un libro espera para contarlas y que la posteridad retome los recuerdos. Victorias que celebrar -la mítica frente al Barcelona con el triple de Pepe Sanchez está en la mente de todos-, derrotas para olvidar -en Badalona fue la más dolorosa-, canastas decisivas (las que permitieron vencer por primera vez en canchas míticas como la de Tel Aviv, 86-89, el 31 de octubre de 2002; la del Panathinaikos, el 25 de enero de 2006, por 93-95; o la más reciente de enero de hace tres años del CSKA en Moscú, 81-94), rebotes determinantes que permitieron superar tantas adversidades, asistencias para regalar a sus aficionados, ávidos de disfrutar de las estrellas del continente.

Si se echa la vista atrás, son unos cuantos los jugadores y entrenadores que han permitido este sueño, pero también utilleros, preparadores físicos, miembros de las oficinas, presidentes del club, médicos y organizadores de los encuentros en el Palacio. Todos se merecen este homenaje a la historia del Unicaja. Quince años consecutivos de Euroliga, con la 'Final Four' de Atenas de 2007 como premio a su mejor actuación, que sucedieron a esa aventura del 95 cuando el equipo entrenado por Javier Imbroda se codeó por primera vez con los mejores. Al amanecer, los sueños casi nunca tienen memoria, excepto aquellos que conllevan la felicidad de la gente, como este protagonizado por el Unicaja durante 16 años y un día. El de hoy, en el que no dormiremos, soñaremos despiertos.

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