EL ALMA DE LOS NÚMEROS

Los números son el alma de las cosas, la sustancia de las vicisitudes que nos rodea. Todo lo que ocurre tiene un valor, de ahí que la dimensión de las gestas se exprese con guarismos. Los que amamos la estadística nos acercamos a las victorias o a los fracasos con argumentos, de lo contrario la apreciación de los datos caería por su propio peso. La historia del Unicaja, a falta de cuantiosos éxitos, presenta hazañas dignas de ser relatadas, tanto para honrar su memoria como para difundir su patrimonio. En Europa, alcanzada la mayoría de edad, con un nombre en la élite que resuena en todos los rincones del continente, tiene para presumir de cifras que año tras año engrandecieron la leyenda de la entidad y de sus protagonistas, principalmente los entrenadores, responsables máximos de la parcela deportiva. Mañana, el club vivirá un día especial, más allá de la importancia del resultado, que se antoja vital para seguir con aspiraciones en la Euroliga. Bozidar Maljkovic y Sergio Scariolo representan la gloria europea (el balcánico por disputar la primera final continental y luego lograr el primer título, que vino allende los Pirineos, en una Copa Korac inolvidable; el italiano por alcanzar la cima con una 'Final Four' irrepetible) y ahora se ha incrustado entre ellos Joan Plaza, el hacedor de las últimas emociones, el recuperador de la pasión verde, más color esperanza que nunca, pese a que ahora los altibajos del deporte hagan crujir los dientes por la rabia del fracaso de la ausencia en la Copa del Rey. Plaza hoy se hace nombre en la historia europea del Unicaja. Y eso es para celebrarlo. Y si es con un triunfo, mejor.