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HORIZONTES CERCANOS

Los milagros existen

El beato Manuel González, obispo de Málaga entre 1920 y 1935, un hombre ejemplar, a un paso de ser canonizado.-La mayor promesa de la música británica nació en Alhaurín el Grande.

PEDRO LUIS GÓMEZ

Domingo, 14 de febrero 2016, 10:26

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Cuando aquella joven que no podía ocultar sus nervios fue presentada en Londres como finalista del prestigioso galardón británico BBC Sound of the year 2015 que se otorga al cantante o grupo revelación del año musical en aquel país, Mabel (su nombre real y artístico) se presentó emocionada para explicar que había nacido en Alhaurín el Grande cosa que ocurrió en 1996. Y no fue una casualidad porque Mabel (quédense con su nombre, que va camino de ser una gran figura) tiene mucho de española y una enorme ascendencia que le ayudará a triunfar, ya que es hija de la legendaria cantante Neneh Cherry y el productor Cameron McVey, quienes tras un peregrinar por diversos países decidieron establecerse junto a su hija mayor (nacida en 1989) en Málaga, y más concretamente en Alhaurín de la Torre, donde la cantante sueca encontró no solo la inspiración, sino la tranquilidad y el afecto de los vecinos. Hoy Neneh Cherry recuerda su época de Alhaurín con un afecto extraordinario y no duda en decir que posiblemente fueron los mejores años de su vida. «Sigo teniendo el sentimiento de pertenencia a aquel lugar. Tiene alma y espíritu Recuerdo mucho la casa en la que vivíamos porque allí también estaban mis padres, a quienes echo mucho de menos», dice la cantante, que sigue siendo una gran estrella internacional, pero que ahora ve emocionada como la carrera de su hija menor, la alhaurina Mabel, comienza a despegar y de qué forma.

DE BEATO A SANTO

En la vida hay de todo, incluso milagros, y un segundo milagro es lo que va a hacer santo al beato Manuel González, quien fuera obispo de Málaga entre 1920 y 1935, ya que la estricta Comisión de Teólogos del Vaticano ha dado su visto bueno, y se está a la espera de que el Papa Francisco, una vez dé la aprobación definitiva al veredicto de la Congregación para las Causas de los Santos, decida la fecha de lo que será sin duda un gran acontecimiento para la iglesia española en general y para la malagueña en particular.

Manuel González, que tuvo que huir de Málaga en la aciaga noche del 11 de mayo de 1931, cuando unos desalmados quemaron el palacio episcopal intentando hacer lo mismo con él, fue el único obispo en la historia de Málaga que ejerció como tal desterrado, ya que aquella noche se salvó por los pelos. Tras pasar dos días escondidos, en una carreta marchó a Gibraltar, y posteriormente fue a Ronda y a Madrid donde ejerció como titular de la diócesis malacitana hasta que en 1935 fue designado titular de la diócesis de Palencia, donde descansan los restos mortales de quien fuera una de las figuras más brillantes de la curia hispana en la primera mitad de la pasada centuria.

El milagro que lo va a hacer santo permitió la curación de una mujer de Madrid afectada por un linfoma agresivo. A su marido le entregó una reliquia Francisco Teresa León, antiguo párroco de Requena de Campos que ejerce en la capital de España. Hay que recordar que en Requena de Campos, en diciembre de 1953 y en la persona de Sara Ruiz Ortega, que entonces tenía 18 años, se dio el primer milagro de Manuel González, que lo hizo beato. Sara estaba desahuciada por los médicos a causa de una gravísima peritonitis tuberculosa, que la había dejado paralítica. Francisco Teresa León fue a por la reliquia del obispo fallecido a la Casa de Nazaret de Palencia e hizo que se la pusieran bajo la almohada, sin que ella lo supiera, pidiendo por ella a Dios por la intercesión de Manuel González. A partir de ese momento, y de forma absolutamente inexplicable para la ciencia médica, se produjo un cambio brusco y radical en el estado de la enferma que, pocos días después, tras cinco años de gravísima enfermedad, se levantaba y hacía vida normal. Ese primer milagro hizo que en 2001 Juan Pablo II beatificara a Manuel González, y curiosamente de la mano del mismo sacerdote, al producirse un segundo milagro, será canonizado.

Sin duda la figura de Manuel González es digna de recordar por lo mucho que hizo en pro de los más necesitados y por su labor en Málaga (por ejemplo, a él se le debe el Seminario). Conocido como el obispo del sagrario abandonado o el apóstol de los sagrarios abandonados, fue el fundador de la Unión Eucarística Reparadora y de la congregación religiosa de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret.

Tras su designación como obispo de Palencia, su sucesor en Málaga fue el famoso don Balbino Santos Olivera, a quienes, no lo olvidemos, aunque sea de forma indirecta, los cofrades debemos la gran dimensión de muchos de nuestros tronos

BIZNAGAS EN FEBRERO

  • Se habla y no se para del cambio climático. Desde luego este invierno es de los más suaves que se recuerdan por estos lares, donde no es que nos helemos, pero tampoco es normal que estemos en una terraza sentados a las 12 de la noche sin calefacción de ningún tipo, que es lo que ocurría en calle Alcazabilla el pasado martes por la noche, y donde se podía contemplar una imagen fuera de tiempo, porque los jazmines y por tanto las biznagas en Málaga son típicas del verano, naciendo en la primavera tardía y muriendo en los inicios del otoño Sí, eso sería lo habitual, pero como ya las cosas no son como eran, resulta que puede ver cómo se venden biznagas en cualquier noche del mes de febrero, algo que para Francisco Rodríguez, que las ofrecía con su penca y todo, no recuerda que haya pasado antes. «Desde luego, encontrar jazmines en febrero es cosa extraña, pero los hay porque el tiempo es bueno, y yo hago las biznagas», señala el bueno de Francisco, quien posa encantado para la foto y nos desvela el lugar de donde obtiene la flor que se ha convertido en símbolo de Málaga, en El Lagar de Alhaurín. «Allá voy y hay unos jazmines espléndidos, mire, mire las biznagas que he hecho; por cierto, de camino cómpreme una».

GUADAMURO, EN CAPILLA

Sigamos con las cofradías. Antonio Guadamuro está en capilla. El veterano periodista radiofónico que durante tantos y tantos años relatara las procesiones malagueñas a través de su emisora de siempre, la Cope-Radio Popular es como todos saben el pregonero de la Semana Santa de Málaga, y pese a su experiencia y sus muchas horas hablando en público o solo delante de un micrófono tiene una sensación extraña, como de salto al vacío, mucho más propia de quien teme defraudar las expectativas que a su propia confianza. «Yo espero que todo el mundo se sienta satisfecho, pero mi pregón va a ser mío, o sea, que no voy a engañar a nadie», dice. Y eso significa que va a defender con vehemencia la Semana Santa malagueña, con especial mención y énfasis a la presencia militar en las procesiones, que como él dice y comparto, «solo los ignorantes pueden falsear una unión de siglos aduciendo que fue cosa de los tiempos de Franco». Es así. Dice que lo tiene escrito, más que nada porque ahora es norma eso de repartir el texto del pregón nada más terminar el acto, pero ya les advierto que va a improvisar, como dice la frase, «lo que no está en los escritos», porque además en normal, porque su experiencia y buen saber delante de los micrófonos le da para eso y para más. «No quiero pasarme de hora y media, que es lo lógico para un pregón», dice en una afirmación más que lógica porque nunca un pregón será mejor por interminable, todo lo contrario... Antonio Guadamuro está feliz e ilusionado. Se merecía sentir los nervios de los días anteriores de un pregón de la Semana Santa de Málaga. Pocas veces antes hubo un nombramiento tan justo como el suyo.

QUERER ES PODER

Si la pasada semana traíamos el ejemplo del periodista Luciano González Ossorio, nuevo doctor gracias a un magnífico trabajo sobre Cánovas periodista, hoy tenemos otro en ese gran profesional que es Ramón Burgos, responsable de Comunicación de El Corte Inglés en Andalucía, que ha conseguido el sobresaliente cum laude con su tesis titulada Escritores británicos en Andalucía durante la Guerra Civil. Narración, literatura comparada y periodismo, que fue leída hace unos días en a Facultad de Filosofía yLetras de la UMA. Ramón Burgos, veterano profesional, al que le faltan horas en su trabajo diario, exigente al máximo, sin embargo ha sacado tiempo de donde no lo tenía para este excepcional trabajo, que seguro verá la luz como publicación ya que es una verdadera delicia. El análisis que hace de cómo vivieron, trataron y difundieron los escritores británicos nuestra contienda incivil es más que interesante. Porque querer es poder.

Pues eso, que pasen una gran semana y servidor que la vea y disfrute con el permiso de todos.

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