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EL RAYO VERDE

Oráculo González

Lalia González

Viernes, 12 de febrero 2016, 09:48

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No gorjeaban los pájaros por los patios del Parlamento andaluz, que ayer retomaba el pulso con la sesión de control al Gobierno, sino los cuchicheos sobre la entrevista de Felipe González la noche anterior en Canal Sur. Había un especial alboroto por saber qué pasaría después de que el Gran Líder hablara, como un oráculo. Es decir, que fue lo suficientemente ambiguo como para que su larga entrevista tuviera un titular y su contrario. Sobre todo en el registro de lo local, es decir en cuanto al futuro que depararán los hados a la presidenta Susana Díaz. González dijo tanto que es la mejor como que se estuviera quieta, por simplificar. Es decir, «tiene fortaleza y liderazgo para ir donde quiera», pero también que «tiene que cumplir una responsabilidad en Andalucía». Como los viejos escolásticos, el expresidente dijo que no quería interferir en las decisiones de nadie, es decir que se iba a apresurar a hacerlo, y sentenció: «Si yo fuera Susana Díaz, no me presentaría a la secretaria general y la candidatura a la presidencia en mayo».

La presidenta se prodigó más de lo habitual para responder con cierta retranca: que Felipe González, con quien desayunó ayer y con quien habla con frecuencia, le quiere mucho, por si había que neutralizar el efecto negativo del recado enviado la noche anterior, que consiguió una cuota de pantalla llamativa: más del 13% del share, un porcentaje importante para un programa nuevo, en prime time, que la RTVA sólo consigue con el Carnaval de Cádiz, dicho sea de paso. Incluso se comentaba, como síntoma del éxito de la apuesta del canal y de la potencia que aún conserva González, que dio un importante bocado a la audiencia que en esos momentos tenía ¡Bertín Osborne!

El mensaje de Felipe González no parece una puntada sin hilo y se une a otros muchos signos de que Susana Díaz no va a disputar la secretaría general por ahora. No ya porque los tiempos son complicados para construir un cartel nuevo si hay elecciones en junio, con la imagen de lucha interna añadida y los riesgos para la propia presidenta si no consigue más votos que Pedro Sánchez, sino porque ya habrá otras ocasiones y el PSOE no puede poner en peligro su feudo andaluz, en unos momentos en los que casi que solo le queda este fortín. Quizá por ello Díaz lanzó ayer una batería de anuncios, el cumplimiento del déficit, las leyes que se anticipan, para contrarrestar esa constante crítica de la oposición de que está a punto de «coger el AVE».

González vino también a dar un sutil sopapo a la presidenta cuando consideró un error de calibre lo que en la jerga interna socialista se llama 28D, es decir el comité federal del Día de los Inocentes que casi acaba en matanza, como aquella de Herodes. Veremos si cunde.

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