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Mis notas del Iberostar Tenerife - Unicaja

José Miguel Aguilar

Lunes, 8 de febrero 2016, 10:03

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Mérito. Cuando un equipo gana fuera de casa con las bajas de tres titulares -base, escolta (que es tu máximo anotador) y pívot (el más valorado, por cierto), la columna vertebral ni más ni menos-, solo puede recibir palabras de aprobación. Otra cosa es el juego que conduce a la victoria, que dejó mucho que desear. Sin Markovic, sin Smith y sin Hendrix, sufrió en demasía para superar a un paupérimo Iberostar Tenerife.

Momentos. A falta de regularidad, el Unicaja jugó a impulsos, dominando el marcador gracias a la aparición puntual de alguno de sus hombres: al principio fue Fran Vázquez, luego un colosal Alberto Díaz, después Kuzminskas tomó el relevo y terminó con chispazos de Nedovic, Cooley o Will Thomas. Pero solo el malagueño brilló todo el partido.

Cualidad. Con un marcador tan rácano, fue la defensa la que sustentó al conjunto de Plaza, que tuvo en el rebote ofensivo su mayor virtud. En los momentos de mayor ofuscación, su actitud para capturar los rechaces tuvo la mayor recompensa.

Solidez. Rebajar la anotación media del rival en 20 puntos y anular a dos de los tres principales referentes del Tenerife (Sekulic y Richotti) son motivos de satisfacción, igual que una de las claves del partido estuvo en el segundo cuarto, cuando el Unicaja tomó la iniciativa en el juego y en el marcador, precisamente en los únicos diez minutos que no cometió una sola pérdida.

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