Borrar
EL RAYO VERDE

Rajoy enfada al PP-A

Lalia González

Viernes, 15 de enero 2016, 08:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La designación de Celia Villalobos como vicepresidenta primera del Congreso ha sentado muy mal en el PP andaluz. Hasta su siempre comedido presidente, Juanma Moreno, ha llegado a verbalizar su enfado. Después de la lucha por descabalgarla de la cabecera de la lista de Málaga, verla encumbrada en la Mesa es un golpe moral a las ansias de éste de romper de una vez con el 'antiguo régimen' y supone un desaire evidente a quienes explicitaron que no la querían más.

El malestar por la pertinaz Villalobos es, con todo, la punta del iceberg del mal rollo que se vive en el PP andaluz en estos días y que apunta directamente al presidente del partido, Mariano Rajoy, a quien se señala como responsable de esta decisión, probablemente por un pacto previo que hizo posible que la diputada malagueña accediera a dar un paso atrás y quedarse de número dos. Es decir que parece que al final el pulso, que se planteó como crucial, lo ha perdido Moreno. Aunque solo tendrá que dejarla hablar para cargarse de razones. Véase las declaraciones de ayer sobre las rastas y los piojos.

Aun más. También se ha recibido con cierto pasmo la designación de Javier Arenas como secretario general del grupo parlamentario del PP en el Senado. Bien es cierto que el cargo tiene escaso nivel pero también se apunta que es quien maneja los dineros del grupo y eso no solo otorga cierto poder, también da cancha a las maldades de quienes quisieran verle definitivamente fuera de escena. Si algo le faltaba al expresidente del PP-A, que habría aspirado sin éxito a la presidencia de la Cámara Alta, ha sido su café con el denostado Gómez de la Serna, el diputado comisionista que fue su jefe de gabinete, o las reiteradas apariciones en las cintas de Bárcenas.

Porque Arenas cada vez tiene menos amigos en el 'politburó' pepero. Las distancias son tan evidentes que la tarde en que éste llamó a las agencias de Prensa para comunicar que había renunciado a su acta de parlamentario andaluz, estas pasadas navidades, el partido lo supo por los teletipos. Hubo quien criticó que no hubiera más calor en la despedida desde el núcleo duro del PP-A, pero era explicable: ¿cómo hacerlo si se habían enterado los últimos?

La resistencia interna aún ha dado otro sofocón a Moreno, que da marcha atrás en su proclamado lema 'un hombre un cargo' y ha tenido que aceptar que los alcaldes-senadores mantengan su escaño y repliega su intento, más disimulado, de que Zoido dejara la portavocía municipal de Sevilla. Quizá para no obligar a dimitir a su excontrincante José Luis Sanz, que rige Tomares y ocupa plaza en el Senado. Quizá porque así él mismo puede ser senador y parlamentario andaluz, que también son dos puestos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios