El Estudiantes, desbordado
martín urbano
Domingo, 29 de noviembre 2015, 23:44
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El Unicaja se mantuvo ayer en esa enérgica línea que volvió a tomar el pasado miércoles y se impuso, con demasiadas facilidades, a un rival que solo anotó 36 puntos en los tres primeros cuartos, se dejó quitar una barbaridad de rebotes debajo de su aro, perdió muchas veces el balón y falló 26 de sus 40 tiros antes de empezar el último cuarto.
Más ritmo
Desde el primer momento, el partido quedó marcado por la defensa individual del Unicaja, muy intensa en la línea exterior, con ocupación de las líneas de pase y cambios entre Kuzminskas y Suárez, incluso en los bloqueos indirectos. El Estudiantes quedaba obligado a ataques muy largos. Como la anotación visitante era muy lenta, Ocampos hizo muchos cambios, no solo de hombres, sino también de esquemas tácticos. Así, jugó con dos bases y situó a los suyos en una zona 2-3. El Unicaja, por su parte, generó casi toda su anotación en el contragolpe y en el rebote ofensivo, con ataques mucho más breves que su rival. El mayor inconveniente para el cuadro malagueño, en los primeros diez minutos, fue las dos faltas, demasiado rápidas, de Markovic.
Gran defensa
En el comienzo del segundo cuarto, el Estudiantes cerró el rebote y su ataque vivió algunos momentos más cómodos, por eso se acercó en el marcador. El ataque del Unicaja pasó algunas dificultades, aunque Nedovic se empeñaba en ejercer de director de juego más que otras veces. Plaza decidió subsanar el bache dando entrada a Alberto Díaz como base, la mejora fue inmediata, porque la defensa fue a más y al Estudiantes, que en más de cinco minutos solo consiguió una canasta, se la acabaron las facilidades para anotar. Como los hombres altos del Unicaja cogieron el hilo, los locales abrieron una brecha, que se acercaba ya a los 20 puntos en cuanto aparecieron los triples de Hendrix, Díaz, Smith y Gabriel.
Juego colectivo
Lo cierto es que al partido, totalmente resuelto en el descanso, le sobró toda la segunda mitad. El hecho de que el Unicaja no tirara un solo tiro libre en los primeros veinte minutos, y el Estudiantes llegara al intermedio con el partido perdido, tras cometer solo siete faltas, era una afrenta para el equipo madrileño. Como los visitantes no cambiaron su actitud en el comienzo del tercer cuarto, el Unicaja seguía aumentando su ventaja. Quizás en este tercer periodo, tras el retorno de Markovic, el juego de los locales era más de conjunto, con ataques más largos y excelente movimiento de balón.
Más anotación
Cuando arrancó el último cuarto, el Unicaja tenía 29 puntos de ventaja sobre un Estudiantes que solo había anotado 36. Esos datos, aunque por motivos muy diferentes, invitaban a ambos equipos a pensar solo en el ataque. El festival de triples lo inició Smith, aunque Plaza, a pesar de su acierto, lo mandó al banquillo, pero ahí estaba Nedovic para mantener la racha. Como los visitantes también se animaron, el cuarto acabó siendo el periodo con mayor anotación conjunta.
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