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UNA CUESTIÓN

SITUACIÓN CRÍTICA

MANUEL CASTILLO

Martes, 24 de noviembre 2015, 13:00

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Cuidado, que tocamos fondo. Pasan los días, pasan las jornadas y todo sigue igual, lo que equivale a decir que vamos a peor. Cuando me dispongo a criticar la situación me veo en el dilema de que, además de crítico, soy malagueño. Y como tal debo meter el hombro para tratar de que se arreglen las cosas, que el equipo levante cabeza y apoyar todo lo posible para que los ánimos no decaigan. El equipo está falto de confianza y al entrenador se le ve muy solo porque el club, como tal, anda peor que el equipo sin saber a qué atenerse. Démosle confianza al equipo, que La Rosaleda sea ese fortín que parecía serlo al principio y que ningún equipo más venga a casa a hundirnos. Hay que llenar La Rosaleda.

Pero he aquí que, desde el punto de vista crítico, es necesario reconocer su impotencia cara al gol. Porque resulta que la cobertura defensiva, que funcionaba como un reloj, se ha venido abajo y les ganan los que raramente habían ganado y marcan goles a pares los que tampoco veían puerta. ¿Qué ocurre? Se mantiene uno asomado al televisor y ve cómo otros equipos en similares circunstancias son capaces de marcar goles, de sorprender y hacer gala de una reacción incluso ganando a domicilio. Ni un día más de brazos cruzados. Si los jugadores que han venido no dan la medida de lo exigible, pues que jueguen los canteranos que, a lo mejor, contribuyen a despertar a los que están dormidos. Y, claro, que alguien se responsabilice de poner orden en el club, en sus operaciones, en su relación con el jeque Al-Thani, a quien habrá que exigirle que defina su postura. El equipo es ya colista.

La situación del Málaga, crítica como equipo, es más que deplorable como club. Urge una respuesta.

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