Borrar
GOLPE DE DADOS

75 años de John Lennon

ALFREDO TAJÁN

Martes, 13 de octubre 2015, 12:48

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

John Lennon, el líder y fundador de los Beatles, nació en Liverpool el 9 de octubre de 1940 y murió en Nueva York, asesinado, el 8 de diciembre de 1980. Por lo tanto, estos días John Lennon hubiera cumplido setenta y cinco años, ahí es nada. Medio mundo le llora mientras que en España no se le ha recordado demasiado, salvo Julián Ruiz, un mitómano como yo, que ha escrito algún artículo brillante demoliendo sus propios recuerdos. En Torremolinos, sin ir más lejos, debería organizarse una larga sesión dedicada a su música y a sus soberbias letras, o ambas entrelazadas, hasta el fin de la noche o hasta el principio del día. Lo sugiero porque John hizo un polémico viaje turístico al entonces pueblo más libre de Europa -a pesar de la grisalla franquista-, con su manager Brian Epstein, en el no tan lejano julio del 63. Epstein era un reconocido homosexual en las vísperas del 'swinging' London-un Londres vuelto del revés-, y aquella extraña excursión cantante/representante levantó sospechas y dudas sobre la sexualidad del autor de 'Across the universe'; ambigüedad que, a su vez, Lennon alimentó al declarar que «Brian y yo nos sentábamos en una zona de bares gays y yo le preguntaba qué chico le gustaba más.»; la zona se trataba de La Nogalera y los chicos hoy deben ser casi unos ancianos. Desde aquí le dedico a Lennon un homenaje silencioso cuyo ruido espero se extienda, hacia el sur, por todo el Magreb, y hacia el norte, más allá de Santiago y cierra España.

John fue tiroteado por un tal Michael Chapman, un joven que sólo buscaba fama y notoriedad, y desde luego la consiguió después de efectuar cinco disparos inútiles por los que paga prisión por muchos años; y es mejor así porque si saliera a la calle hay más de mil candidatos a vengar a Lennon: ojo por ojo, diente por diente. Chapman cometió su proeza en la puerta principal del edificio gótico neoyorkino Dakota, erigido en 1884, donde el músico vivía con su musa Yoko Ono, donde Polansky rodó 'La semilla del diablo' y donde también vivieron, entre muchos famosos, el siniestro Boris Karloff y Aleister Crowley. El Dakota tiene fama de maldito: en el piso diecinueve, a eso de las siete de la tarde, suele subirse al ascensor una dama evanescente que luego desaparece de forma misteriosa. Lo cierto es que esa mujer desde hace tiempo no reside allí: se arrojó, cinco décadas atrás, desde unos de los ventanales del inmueble diabólico. Quizá pretende bajar como Dios manda.

La muerte de Lennon causó un 'shock' generacional. Recuerdo que aquel día estaba escuchando el álbum 'Double fantasy', que Lennon acababa de sacar al mercado después de cinco años de ausencia discográfica, y que yo había adquirido como oro en paño en la suculenta sección de discos de la entonces Galerías Preciados, situada en la granadina Carrera de la Virgen. Fue premonitorio, cuando por la tarde me enteré de la noticia, se me saltaron las lágrimas. Algo se había quebrado para siempre muy dentro de mí.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios