Querer es poder

Elías Bendodo no iba de farol. Recogió el 'guante' que lanzó la Junta, que lleva buscando excusas a diestro y siniestro desde hace años para no ofrecer más y mejores servicios sanitarios en Málaga, y le dio, como presidente de la Diputación, todo lo que se necesita para abrir el Hospital del Valle del Guadalhorce, también conocido como 'chare' de Cártama, que lleva camino de convertirse en una de esas absurdas construcciones vacías y sin uso cuando, además, se necesita como el comer. Desde la Consejería de Salud se escudaron en que no se podía abrir el hospital porque no tenía viales de accesos ni había acometida de luz... ¡Uf!, qué cosas, con la de tiempo que llevan, y entonces, rápido de reflejos, Bendodo se fue en busca de alcalde de Cártama, José Gallardo, y le dijo eso de «¿les damos lo que les falta?». Y Gallardo, sorprendido, pero alcalde antes que nada como lo ha demostrado, llegó al acuerdo necesario con la Diputación, sin importarle, como tiene que ser, las siglas políticas de su máximo responsable. Ya no hay más excusas. Miren, del quiero y no puedo -la pelota ha quedado en el tejado de la Junta-, se ha pasado al si no lo hago es porque no quiero, y entonces ya la patita asomaría demasiado... El alcalde socialista de Cártama lo dijo a las claras: «Lo que no he logrado con la Junta en tres años lo he conseguido con la Diputación en tres días», lo cual no deja de ser sorprendente, no por nada, sino porque por desgracia las rivalidades políticas mal entendidas nos han llevado a los ciudadanos casi a brindar cuando ocurre algo como esto: un presidente de la Diputación del PP llama a un alcalde del PSOE, ambos se sientan, y ante un problema que ya casi se ha enquistado, encuentran la solución. Un mal rato (por Dios, ¡qué pena tener que decir esto...!) para quien tiene que mandar las llaves desde la Consejería para poder abrir el ansiado Hospital del Valle del Guadalhorce. No quedan excusas. Ahora no hay más alternativa que dotar al centro de todo lo necesario y abrirlo al público, lo que será, sin duda, una de las noticias del año, porque ya no se puede dilatar más en el tiempo. Es como el Museo de Bellas Artes, que sigue ahí, sin que nadie de la Junta quiera coger la llave. Porque hay llaves que se pierden en las entretelas políticas de la Junta de Andalucía, como la que el alcalde de Cártama y el presidente de la Diputación han rescatado desde el fondo del mar y la han puesto en bandeja a los responsables políticos del SAS, que necesita hospitales como el referido como agua de mayo.

Un buen tanto, sin duda, para Bendodo, pero también para el alcalde de Cártama. Los dos protagonistas de esta historia (que por poco común incluso podríamos definir como rocambolesca) han dado una lección de servicio, al tiempo que han dejado en fuera de juego a quienes nada más que hacen buscar excusas. Un gran tanto para los dos, pero sobre todo una gran noticia para decenas de miles de personas, porque querer es poder.