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el remate

Malos detalles

Juan Antonio Morgado

Miércoles, 27 de mayo 2015, 13:16

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Pusieron los jugadores del Málaga el cierre a la temporada con una vuelta al terreno de juego. Dieron así las gracias a la afición (portaron camisetas alusivas), un detalle que los honra. La derrota empañó una vuelta al ruedo que estuvo descafeinada porque la mayoría de los seguidores abandonaron el campo antes de que concluyera el partido. El 0-3 del eterno rival le escocía bastante a la parroquia de La Rosaleda, aunque muchos se habrían quedado en caso de haber sabido que su equipo del alma maquillaría el marcador con dos goles de Javi Guerra marca de la casa.

La marea blanquiazul es uno de los activos de un Málaga que ha batido su marca al asegurarse la octava temporada seguida en Primera. Tocó el cielo en Dortmund con un comportamiento ejemplar a la altura de un equipo glorioso, y mantiene su apoyo incondicional a pesar de haber bajado considerablemente su caché. Pero eso no quita para que sea necesario recriminarle un par de detalles. El último está cercano: Sergio Sánchez recibió una unánime pitada cuando salió al campo en sustitución de Juanmi. El central, que no continuará en el club, sufrió las iras de la afición por marcharse. El zaguero catalán, que ha rayado a gran nivel durante las cuatro temporadas que ha estado en el Málaga, fue silbado de forma injusta cada vez que tocó el balón. No es el primer mal detalle que tiene la afición esta campaña, ya que Jesús Gámez fue también silbado cuando visitó La Rosaleda en las filas del Atlético de Madrid. No tuvieron en cuenta los seguidores sus nueve años de servicio al club. Las comparaciones son odiosas, pero que alguien mire en Internet cómo recibió el Sevilla a Rakitic hace pocas semanas cuando visitó el Sánchez Pizjuán con el Barcelona.

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