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INTRUSO DEL NORTE

De lunes

JESÚS NIETO JURADO

Lunes, 25 de mayo 2015, 12:44

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Primero el café con Farid, entre los quesitos infográficos y el runrún de esos tertulianos televisivos que son los mismos, casi, desde que perdimos Filipinas. Y luego Mariló Montero interpretando a su entender, la pobre, los resultados electorales desde la altura relativa de un televisor. Y uno con esa sensación de época ida, que quizá la campaña ha sido irrepetible y nos la hemos fumado preocupados en otras cosas (en la rubia, mayormente). Ayer votaste, o no, pero que la Tierra sigue girando a pesar de todo. La fiesta de la democracia es eso que vivimos ayer; cuatro 'foteros', los candidatos con la mejor sonrisa y un presidente de mesa que se iba creyendo gobernador civil lo menos.

Cuando era más joven, la noche electoral era mi festival de ocurrencias. Encendía la televisión y empezaba uno a mezclar cervezas, escrutinios y socarronería en el ágora del twitter. Pero ya no. Ya no. Ya estos lunes electorales me pesan, que he madurado políticamente y muchos no lo han entendido. Cuando era más joven, en noches como la de ayer tuiteaba hasta la saciedad, de forma compulsiva; pero ya no, ya no.

Hoy amaneces con la resaca de la fiesta de la democracia. Y oyes algo sobre el pactismo en una aldea de Aragón; y sobre la debacle de unos, el granero magro de otros.

Verás hoy, lector, el clásico caso de alguna alcaldesa dada al pucherazo, y hasta muchos que hablan del viejo y del nuevo tiempo. Verás más cosas, pero relájate, vive el momento. Celebra que es lunes y que tienes trabajo. Ya los políticos han ocupado bastante parcela de tu atención. Unos prometían la Batalla de Lepanto en un lago municipal; otros ofrecían el oro y el moro por encima de su «techo competencial». #jeje.

Celebra tu primer café de hoy, lunes, que sí que hay mal que cuatro años dure; la cuestión es acostumbrarse. Verás que el domingo que viene todo sigue igual que antes. Verás cómo se enlaguna el presente, cómo todo vuelve a ser lo de siempre. Cambiarán caras, matices, pero si la política aún no te ha intoxicado, serás hasta feliz en estos tiempos. Volverán los críticos a acosarte con blogs de gramática deslavazada, oirás nuevos pelotazos en la Costa, y te solidarizarás con ese candidato, amado por su pueblo, que se metió en política y se perdió.

Y tómate el café, y lee el periódico. Párate en Manuel Alcántara y en esa habilidad suya de traernos píldoras de humanismo al día presente. Reflexiona.

Quizá eso que llaman Estado del Bienestar no sea más que leernos cada día, con un café, con este periódico en el que vemos pasar la Historia, los alcaldes, los gobiernos, con la segura cotidianidad de a Libertad y la Palabra.

Sabe uno que costó conseguir lo del derecho al voto. Seamos felices sabiendo que aún quedan dioses, que aún quedan urnas.

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