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LA NUBE DOBLE

A LOS SETENTA

Juan Francisco Gutiérrez

Lunes, 18 de mayo 2015, 12:20

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Woody Allen, que gasta 79 primaveras, ha dicho estos días en el Festival de Cannes que hace películas para distraerse. No sabemos si es falsa modestia o ganas de quitarse de encima el muerto de 'Vicky Cristina Barcelona', pero el director explica que hacer cine le llena la vida, «que siempre tiene una agenda propia que te pasa por encima». Ahora escribe una nueva serie de televisión para Amazon: una decisión que califica, con su travieso mal humor habitual, como «error catastrófico».

Jane Fonda, que suma ya 77 años, podría seguir haciendo vídeos de aerobic dado su buen tipazo habitual. Pero la actriz acaba de estrenar una serie para la tele, o al menos para esta nueva tele digital (en su caso, Netflix). En 'Grace and Frankie' encabeza el reparto junto a Lily Tomlin, su compañera en la ochentera 'Cómo eliminar a su jefe' (donde también estuvo la oxigenada Dolly Parton).

La comedia, producida por una de las creadoras de 'Friends', está dirigida en apariencia a un público maduro, pero tiene guiños evidentes a más generaciones. Cuenta la vida de dos amigas cuyos maridos las abandonan para irse a vivir juntos, tras décadas de un amor furtivo. Y ambas (Fonda con su mechado perfil conservador; Tomlin en plan activista del yoga y las finas hierbas) afrontan su cambiado futuro. Una agenda nueva que las lleva a citas por Internet, a no romper del todo con sus ex (ahora prometidos) y a buscar distracciones. La serie, sin ser grandiosa, tiene su punto. Las caras de las actrices están pelín congeladas por el bisturí, pero las bromas sobre ello, sobre las débiles caderas o sobre la pertinaz ansiedad por la pasión (también a los setenta) regalan muchas sonrisas.

A veces los de mi quinta, tres décadas abajo, no hallamos ni sitio en la Sala Gold ni hueco para nada en la agenda, que siempre nos pasa por encima. Por eso estos ejemplos de vitalidad, como también el de 'Súper Paco' (digo Paco el de Cártama, ese corredor agreste que hace maratones a sus 77), nos maravillan, extrañan y hasta nos dan una poquita de envidia. No sé si sana o fofisana.

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