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HORIZONTES CERCANOS

La Málaga soñada

PEDRO LUIS GÓMEZ

Domingo, 29 de marzo 2015, 12:40

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El día que amaneció era de esos que se dan en pocas ocasiones antes del verano. Es como si el buen tiempo y el cielo azul Picasso se sumaran a la fiesta. La inauguración del Centre Pompidou Málaga nos ha puesto, una vez más, en el mapa de la cultura y de la vida social española, e incluso más allá de nuestras fronteras. Numerosos invitados, muchas personalidades, comenzado por el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y la ministra de Cultura de Francia. Muchos rostros conocidos, muchas ganas de ver el museo, y una coincidencia generalizada: «Es una gozada».

Era un capítulo importante de este libro que se podría titular 'La Málaga soñada', la que era impensable hace tan solo 20 años y que ahora de la mano de tantas cosas, con el embrujo de Picasso, es una clara realidad. Esta Málaga es un gozo, se ponga como se ponga quien se ponga, que ha avanzado decenios en apenas unos años y que ha sabido encontrar un hueco para lo que quiere y persigue.

El Pompidou sale de París y se viene a Málaga. Ya solo el colorido del cubo del Muelle 1 merece la pena. Para el verano se quiere que haya una actuación allí mismo de Julio Iglesias, con una noche especial para el verano, uniendo dos restaurantes, José Carlos García y Godoy en un maridaje especial e inédito para celebrar lo que sea necesario. El Pompidou se nos une al Museo Ruso, al Caminito del Rey, o las inauguraciones del CAC o del Thyssen, y el Picasso, y alucinas. ¿Quién da más?

Antonio Banderas, entre los invitados, lo tiene más que claro. Coincide con Isidro Bohigas, presidente del Centro de Arte Piramidón, y Carmen Buqueras de Riera, miembro del Patronato de la Tate Modern de Londres, coleccionista de arte contemporáneo y gran mecenas del CAC Málaga, acompañados de Fernando Francés, en una tarde de sol y terraza. Ya terminó la inauguración, ya está el Pompidou Málaga. «Es una maravilla», comentaba el exembajador de Francia en España, Bruno Delaye, que algo ha tenido que ver en esta historia, aunque se quite mérito: «Ha sido cosa del alcalde, de Francisco de la Torre. Denle el mérito que se merece». Es lo mismo que decía el director de la Oficina Española de Turismo en Berlín, Manuel Butler, al hablar de la fuerza de Málaga capital como destino turístico: «Eso tiene un apellido, y es De la Torre». Celia Villalobos conversa con Carmen Buqueras. Banderas lo tiene claro: «La Málaga que tenemos es dada; a partir de ahora tiene que ser ganada», enfatizó, para añadir que «a pesar de que algunos han querido abrocharnos el cinturón de seguridad, Málaga se lanza al vacío y ya es imparable». Para el gran actor, que para recorrer 200 metros tardó casi una hora por las demandas de fotos y saludos, Málaga ha cogido carrerilla «y lo que está pasando es imparable. He visto a la gente sorprendida con lo que hay en este museo, y es para ello. No sé... Por ponerte un ejemplo, ésta de hoy es la Málaga que hubiera deseado tener aquel orondo señor del anuncio de la Cerveza Victoria que se limpia el sudor por el día de fuerte calor como hoy y divisaba un barco surcando el mar en una estampa idílica... Es un símil y espero que lo entiendan. Porque lo mejor es que en esta Málaga convive una gran compatibilidad entre la tradición y la modernidad, como ocurre en Londres, por ejemplo: siempre sabiendo de dónde viene y a dónde va. Pero esto es solo el comienzo, porque el futuro es infinito, y solo corremos un riesgo: que no nos creamos nuestro propio futuro», añadió.

Calles llenas, restaurantes llenos, terrazas llenas, playas llenas... Lo que se veía ayer en torno al puerto de Málaga y La Malagueta era una gran felicidad, un orgullo, solo comparable a las mágicas noches de octubre de 2003 de cuando abrió sus puertas el Museo Picasso Málaga. Por cierto, hablando de Picasso, de su mano ha llegado todo. Cosas del destino, Banderas hará de Picasso con Carlos Saura. Y la nieta del genio, hija de Maya, también estuvo en el Pompidou. Lo mismo que muchísima gente conocida, de aquí y de allá. Fue un día de lujo para la Málaga soñada, la impensable hace apenas veinte años...

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