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EL RAYO VERDE

La voluntad de estilo

Lalia González

Martes, 3 de marzo 2015, 12:49

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Juanma Moreno se ha propuesto romper el perfil prototipo del dirigente del PP. Es curioso su razonamiento: acepta que su partido 'cae mal' a los andaluces, por lo que su intención es dar una imagen simpática y cercana. Sabe que el electorado se sitúa en un espectro de centro izquierda. Ahí quiere pescar, dando por hecho que su suelo de votos no se va a mover. De este modo, habla constantemente de diálogo, de moderación, de construir y apenas recurre al exabrupto o a la denuncia de la corrupción socialista. Saca sus 'doberman' cuando procede, sí, pero no suele apretar el gaznate del contrario con sus propias manos.

¿Es todo estrategia? Los suyos aseguran que responde a su manera de ser, que inaugura una época nueva, 'post Arenas', de quien Moreno no se reconoce ahijado.

Sin embargo, la gran duda es si está su partido preparado para aceptar este tipo de liderazgos. Recuerdo cuando aquella terrible historia de la mochila de Vallecas y demás, tras el 11-M: prohombres de la derecha andaluza sabían que era mentira pero creían que había que defender la patraña para erosionar el contrario y reprobaron con dureza a los periodistas de su espectro que no quisieron seguirla, porque conocían su falsedad.

Moreno cuestiona los moldes del liderazgo moderno, pues se supone que estamos huérfanos de talentos políticos y precisamos dirigentes aguerridos, pero sobre todo pone a prueba a su propio partido, que habrá de demostrar si está a la altura de lo que requieren los tiempos, justo ahora que también en Madrid soplan vientos internos de renovación que cuestionan el propio liderazgo de Rajoy, o si prefiere las antiguas recetas.

En estas que los rumores de la gestión interna del 23-M, el día siguiente de las elecciones autonómicas, hablen de posicionamientos ya para sustituirle, incluso atribuyen a esta intención la presencia de Arenas en el cuarto puesto de la lista de Almería, de modo que el histórico dirigente estaría en el Parlamento andaluz llegado el caso de un cambio de cabecera.

Moreno es joven, pero no es un recién llegado, pues ha echado sus dientes políticos en el partido. Si desde dentro se cuestiona la imagen del PP y de la gestión del Gobierno, la abrumadora compañía de Rajoy y los ministros en la campaña puede volvérsele en contra. Si quiere simbolizar la regeneración, el tiempo nuevo, el relevo generacional, tendrá también que desembarazarse de pasado, como han hecho otros. ¿Tendrá el partido detrás si lo hace?

La declaración de este domingo de Rajoy en el mitin de Sevilla sonaba a advertencia. Juanma Moreno «ha venido para quedarse», dijo. O sea, no le muevan la silla. Es un líder «valiente» y «brillante». Por si a alguien le caben dudas. El partido debe darle su «apoyo unánime». Aviso a navegantes.

Estamos, probablemente, ante la gran modernización de la derecha andaluza que, no se olvide, supone una considerable parte del electorado y del poder (fáctico, económico, municipal) de esta comunidad. Merece atención y no ninguneo. A ver cómo le sale.

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