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DESDE EL SUR

El espejo andaluz

Javier Recio

Miércoles, 28 de enero 2015, 12:31

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Tanto PSOE como IU vendieron que su pacto de gobierno en Andalucía era el espejo al que se podía mirar para comprobar que había otra forma de hacer política. Que era la gran esperanza para el resto de españoles, que querían un gobierno diferente al del PP. Desde luego que diferente ha sido. Eso no se puede negar. Por un lado es destacable que haya sido uno de los pocos ejecutivos en los que su presidente, presidenta en este caso, ha quitado las competencias a uno de sus consejeros porque consideraba muy radical su actuación para luego, en apenas 24 horas, tener que devolvérsela. También es peculiar lo que se entiende aquí por inestabilidad, porque tener unos presupuestos aprobados supone, en teoría, un instrumento para gobernar sin sobresaltos, aunque no le falta razón a la presidenta en que cada dos por tres tenían discrepancias en asuntos como la fallida visita del ya exvicepresidente Valderas a los saharauis. Pero estas cuestiones no dejan de ser cuitas políticas. Hay que ir a los datos para detectar que hay otra forma de gobernar. Susana Díaz se hizo cargo del Gobierno andaluz en septiembre de 2013, tras ser designada digitalmente por José Antonio Griñán, que salió por patas de Andalucía temiendo una alayada que finalmente se produjo. En esos momentos había 1.046.483 parados. La presidenta se había marcado el reto de bajar del millón de desempleados. Era su gran apuesta. Y por desgracia no lo ha conseguido. El desempleo ha descendido en 36.800 personas (a día de hoy), por lo que se ha producido una bajada del 3,6%. En España la disminución del paro en el mismo periodo de tiempo (septiembre de 21013 a diciembre de 2014) se ha cifrado en 251.072 personas, un 5,3% menos. Los datos efectivamente son diferentes. A nivel de sanidad, una de las grandes apuestas que abandera la Junta como reserva espiritual del Estado del Bienestar en españa, los datos tampoco son muy halagüeños. Según el propio SAS, cuando Díaz asumió la presidencia de la Junta había 57.185 pacientes en listas de espera. El año pasado, fecha de los últimos datos oficiales, aumentó a 60.341 personas. El Gobierno de la Junta se ha presentado también como el adalid contra la corrupción. En este periodo ha saltado el 'caso Edu', que corresponde ciertamente a otra época, pero la policía destaca la poca colaboración de la Consejería de Educación para aclararlo. La guinda se puso en la última sesión del Parlamento. Susana Díaz está incurriendo en una peligrosa contradicción. Por un lado asegura que expulsará del PSOE a cualquiera que resulte imputado y por otro lo que hace es blindar a tres exconsejeros para que no caigan en las garras de la juez Alaya, que suele tener además la mala tentación de irrumpir en las campañas electorales. La verdad es que estos datos no invitan precisamente a mirarse en el espejo andaluz.

Susana Díaz está teniendo muchas dificultades a la hora de justificar lo injustificable y se enfrenta a sufrir un Artur Mas, que adelantó las elecciones y se llevó un descalabro que ha pasado a los anales de la historia política como explicación de cómo complicarse la vida. Sin necesidad además. Pero como se dice por aquí, el que la lleva la entiende. Seguramente su oráculo le dirá otra cosa cuando cada mañana se mire y pregunte eso de.. Espejito, espejito, ¿quién es la mejor de Andalucía? ¿Y de España?

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