Borrar
EL MIRADOR

La ecografía de Susana: 22M

Susana se ha encontrado con marzo libre, donde estaba prevista la cita catalana, y la fecha le va de perlas

Teodoro León Gross

Martes, 27 de enero 2015, 12:29

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con seguridad Susana Díaz no necesitaba el instinto natural de una mujer embarazada para tener el calendario bajo control. Es un extra que ella parece que traía de serie. Y su ecografía política le da una fecha muy fiable para salir de cuentas electorales: 22M. Sólo convocando ahora, ella dominará la situación: a IU, que le amenazaba la estabilidad con un referéndum y el tono cada vez más ásperamente podemizado de Garzón; a Podemos, aún con impacto limitado en Andalucía; al PP, cuyo candidato no ha roto, con el discurso de la recuperación sin cuajar; el efecto bumerán de las municipales... Ahora era su momento. Sólo necesitaba superar la prueba delicada de justificar el adelanto. Y no parece casualidad que filtrase la noticia un domingo por la noche bajo el estruendo de Syriza. De ese modo el ruido griego amortiguaría la polémica. Y así ha sido. De la prensa al telediario, lo suyo quedó en noticia secundaria.

Claro que todo esto es un teatro colectivo. Moreno Bonilla planteaba hace un mes el adelanto («disuelva el Parlamento, adelante las elecciones y que los andaluces decidan») y ahora clama que adelantar es un escándalo. Esa imagen veleta ya ni siquiera resulta hipócrita, sino ridícula. El PP, incluso Arenas, ha estado usando en su argumentario el deterioro del pacto con IU en la Junta; así que rasgarse ahora las vestiduras resulta chusco. Todo parece más simple: el PP reclamaba elecciones cuando no contaba con ellas; y ahora les ha pillado el toro porque, contra pronóstico, Susana se ha encontrado con marzo libre, donde estaba prevista la cita catalana desplazada a septiembre, y la fecha le va de perlas. Encaja incluso el embarazo en la ecuación.

Va a ser un año de tensión a tiempo completo, y el anticipo a Susana Díaz le proporciona una gran posición estratégica para consolidarse y verlas venir. Se trata de un proceso muy calculado. Ayer mismo en el Parlamento blindó, sin pudor, a tres ex consejeros candidatos a ser imputados por los ERE para que no haya sorpresas en la campaña. Después de los campanazos de Alaya en las últimas citas electorales, cabía esperar algo estruendoso antes del 22M. Susana Díaz, en fin, parece tener todo muy medido.

De hecho, más allá del poder andaluz, la fecha tiene un notable valor estratégico para controlar un PSOE caótico. A ella le da opción de tutelar lo que suceda, aun sin pelear. Sánchez va a estar débil para las primarias; y si las municipales van mal, será cadáver. Para verano, mientras disfruta de su maternidad, dará jaque y quizá mate. Claro que todo esto pasa por triunfar el 22M. Existe el riesgo, claro, de hacerse un Chirac, o a la catalana 'fer-se un Mas', y acabar pagando una convocatoria demasiado táctica. Pero más bien parece que ella tiene la mano con las mejores cartas, mientras Podemos aún no ha llegado, IU se pasó y en el PP no llevan juego.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios