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HUMANOS Y OTROS INSECTOS

Distintas clases de riqueza

SORA SANS

Jueves, 27 de noviembre 2014, 12:55

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¿Se imaginan lo que pasaría sin un buque de una petrolífera cualquiera anclase frente al Muelle Uno o junto al Peñón del Cuervo y comenzase a perforar? Es difícil imaginarlo porque ocurre con estas suposiciones como con las enfermedades raras, uno piensa en lo duro y lo horrible que debe ser estar en esa situación y cinco minutos después sigue removiendo el café y la charla hacia un tema más agradable. Cuando no te toca de cerca, no puedes sentir de verdad lo que significa algo tan delicado. Canarias está lejos de Málaga, tan lejos que en los pronósticos del tiempo siempre la recortan el mapa para que entre en el recuadro de nuestra mente, tan lejos que no llega ni el IVA. Lo que sí está cerca son las postales de Canarias: sus playas paradisíacas invaden los escaparates de las agencias de viajes, sus montañas vírgenes, los folletos vacacionales y un volcán dormido que sobresale en los libros de geografía. ¿Imaginan las vistas desde el océano. presididas por un enorme buque gris? Hace unos días, Greenpeace protestó contra la prospección de petróleo que está realizando Repsol allí y la historia tuvo un final rocambolesco cuando el Ministerio de Fomento ordenó al ejército que detuviera la protesta. Los militares cumplieron sus órdenes con alevosía estampando sus lanchas contra las de Greenpeace hasta el punto de dejar a dos activistas heridos. Y además, ahora a Greenpeace le acusan de piratería. ¡Lógico! Si pensamos en Greenpeace, lo primero que se nos viene a la cabeza es una calavera cruzada por dos fémures. Pues es una pena que tengan que venir los piratas a defender el paraíso, quizás habría sido más fácil imprimir miles de fotografías de buques petrolíferos y pegarlas sobre los escaparates de las agencias de viajes, las postales idílicas y los libros de historia. Igual eso nos acercaría a la realidad, nos haría pensar en el problema. Aunque siempre podemos conformarnos con los puntos que regalan en las gasolineras para canjearos por viajes a otros paraísos, mientras queden.

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