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MIRANDO AL MAR

Guadalpín

Con el paso del tiempo, los nombres quedan ligados a otras cosas y, sin ir más lejos, estos días hemos comprobado como se habla del 'caso Guadalpín', uno de esos casos judiciales de los que son protagonistas casi siempre los mismos

JOSÉ MANUEL BERMUDO

Jueves, 30 de octubre 2014, 12:41

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Guadalpín es un bonito nombre de procedencia árabe que antiguamente algunos habitantes de Marbella pronunciaban «Guapín» para referirse al arroyo que desemboca al oeste del casco urbano, en las cercanías del hotel Don Pepe, y a todo su entorno, incluyendo una pequeña capilla que había al borde de la carretera y que desapareció hace décadas. Hasta ella se realizaba un bonito paseo desde la ciudad bajo la protección de unos hermosos eucaliptus, en aquellos tiempos en el que las tardes de los domingos se empleaban en una plácida caminata hasta las «afueras».

Con el paso del tiempo y la acción humana, los nombres quedan ligados a otras cosas y, sin ir más lejos, estos días hemos comprobado como se habla del 'caso Guadalpín', uno de esos casos judiciales de los que son protagonistas casi siempre los mismos personajes que están ligados a otros tantos en los últimos años.

Casi ha pasado desapercibido que los catorce implicados, dos ex alcaldes y doce concejales del Ayuntamiento de Marbella, hayan aceptado las penas que propone el fiscal para no tener que acudir a juicio y pasar por otro trago que, además, podría dar como resultado una condena mayor a la de un año de prisión, multas e inhabilitaciones que se les proponen. La abundancia de casos (y los que aún esperan) así como el paso de los años, hacen que una importante parte de la población ya ni se acuerde de en que consistía la irregularidad detectada. Los más jóvenes ni siquiera llegaron a conocer de que se trataba y ahora les suena a una herencia recibida de sus mayores que parece que no va a terminar nunca.

En torno a este nombre se han dado muchas circunstancias que han ido acumulándose en los últimos años. Los trámites para construir el hotel se iniciaron con la solicitud de licencia en 2001 y las correspondientes comisiones de gobiernos municipales la aprobaron años después a pesar de los informes técnicos en contra por no ajustarse a la normativa vigente. Más tarde, la promotora del mismo, Aifos, se ha visto envuelta en diferentes procesos, entre ellos un concurso de acreedores, mientras que algunos de sus dirigentes fueron detenidos por el 'caso Malaya'.

El apartamento de Isabel Pantoja en el hotel Guadalpín, comprado cuando Julián Muñoz era el alcalde de la ciudad, ha dado para escribir una enciclopedia. Fue pagado en metálico y objeto de una rebaja de un treinta y tres por ciento, por aquello de que el nombre de la tonadillera serviría de promoción de las instalaciones. Curioso, en el mismo edificio fue donde Julián Muñoz ofreció una multitudinaria rueda de prensa, acompañado de su mujer, Maite Zaldivar, para afirmar tajantemente que no iban a separarse y que aquello que se decía de la Pantoja era un bulo de algunos medios del corazón. Pocos días después todo saltaría por los aires.

Ese hotel Guadalpín que fue presentado con amplias y magníficas instalaciones y que se iba a constituir como un centro de referencia de Marbella acogía un magnífico restaurante dirigido por una de las emergentes estrellas de la cocina española, que pronto vio frustrado su proyecto, y contaba con una amplísima tienda de los andaluces Victorio y Luchino, en la cresta de la ola de la moda, que también abandonaron el lugar, entre otras cosas porque su empresa se vio igualmente envuelta en graves problemas económicos. Y lo más grave de todo, la ilusión de los ciento diecinueve trabajadores del hotel quedó truncada cuando el establecimiento quedó sin inactividad.

Hay cosas que se inician con raros procedimientos de los que no suelen desprenderse nunca. Pero pasados los años, a día de hoy, quizás todo esto no importe mucho, porque viendo el seguimiento que algunos programas televisivos hacen de las informaciones, aquí lo que interesa es lo que va a comer cada día en prisión Maite Zaldivar, el morbo de si se encontrará o no con Julián o si entrará finalmente en la cárcel Isabel Pantoja.

Siempre nos quedará el paseo de Guadalpín.

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