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EL MIRADOR

Desvinculando, que es gerundio

Podemos será primer partido en el próximo CIS, pero parece que esto les da más o menos igual

Teodoro León Gross

Jueves, 30 de octubre 2014, 12:41

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Líderes, arribistas, capitostes emergentes, cachorros de las juventudes y en general políticos, ya tienen tarea: repasar la conjugación del verbo desvincular. Es la palabra de moda; el fetiche retórico del momento para enfrentarse a la situación. Todo el mundo se desvincula de todo. Así que urge dominar las formas en presente, pasado, futuro, condicional, imperativo, perifrástico, me desvinculo, me desvincularé, me desvincularía, hay que desvincular... Esa es la clave.

Rajoy ayer mismo ha desvinculado a su partido de la corrupción. El mensaje, tras disculparse, es que no hay que relacionar a los altos cargos corruptos del PP con el PP. Quedan desvinculados y desde este momento Granados, Acebes, Bárcenas, Rato, Blesa, Matas, Fabra, Camps, Güemes y Castedo, no tienen nada que ver con el PP. Mira qué bien. Los altos cargos del PP son del PP pero no del PP sino del PP que no es lo mismo que el PP.

¿Van pillando el truco?

CiU se ha desvinculado de Pujol. Es lógico. Pujol sólo es el fundador del partido, primer secretario y jefe hasta dar el relevo en el siglo XXI a Mas como albacea de su obra política por decisión personal, presidente de la Generalitat interrumpidamente 23 años con la marca CiU, y su hijo Oriol ha sido uno de los capitostes de CiU hasta su dimisión pactada con el partido. Así pues, resulta perfectamente lógico que CiU se desvincule de Pujol, ¡un extraño!

Ya ven, el truco va de dulce.

Fíjense en Susana Díaz, 'desvinculada' de la corrupción andaluza. No hay nada como el adanismo para estrenar realidad. Desde el siglo pasado ella ya era secretaria de las Juventudes, y desde entonces ha estado en el machito, como secretaria de organización del PSOE de Sevilla y después de Andalucía con Griñán, que la hizo consejera de Presidencia antes de bendecirla como heredera. Claro que Griñán, como ella, también se desvinculó de los Ere. Todos completamente desvinculados.

Resulta sencillo: sólo hay que saber conjugar el verbo desvincular.

Ayer mismo el Ayuntamiento de Málaga 'desvinculaba' de Villas del Arenal a la funcionaria de Urbanismo que denunció presiones para cometer prevariación en Villas del Arenal. Excelente. Desvinculada la funcionaria, se desvincula la prevaricación. Y esto sucedió en una Comisión de Transparencia, como es lógico: la funcionaria ni siquiera estaba, alcanzando así la máxima transparencia, que es la invisibilidad. No se le invitó: desvinculada 100%.

Esto no falla. Desvincularse de Urdangarín, desvincularse del pequeño Nicolás, de Suiza.

Bueno, sí, puede fallar: cada vez hay más gente que se desvincula de ellos y se vincula a Podemos, primer partido en el próximo CIS. Pero parece que esto les da más o menos igual. Y así queda la conjugación: yo desvinculo, tú, él, nosotros desvinculamos, vosotros desvinculáis, Podemos se hincha.

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