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ZONA TÉCNICA

Más emoción que calidad

MARTÍN URBANO

Sábado, 25 de octubre 2014, 12:54

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El Unicaja, condenado al juego posicional por un equipo que cortó el habitual contragolpe malagueño desde el principio, solo pudo anotar 15 puntos en el primer cuarto. El exceso de triples fallados y de pérdidas facilitaron la tarea del cuadro germano, con mejor porcentaje de acierto en el tiro. El entrenador visitante, como es habitual en el baloncesto balcánico, cambiaba a sus hombres según los fallos, y su equipo mandaba en el partido.

Apuros y reacción

En el comienzo del segundo cuarto, Plaza insistió en jugar con un quinteto pequeño. Los visitantes, con sus cinco hombres abiertos en ataque y mucho espacio libre en la zona local, llegaban hasta debajo del aro con demasiada facilidad y aumentaron su ventaja. Plaza cortó por lo sano y ordenó el retorno de Kuzminskas y Vázquez. Su equipo reaccionó y el marcador volvió a igualarse.

Inoportuna técnica

Tras el descanso, el Unicaja volvió a salir con tres hombres altos. El ataque local tomaba tiros de mucho riesgo, mientras los visitantes solo hacían buenos lanzamientos. Como el Alba seguía mandando, Plaza dio entrada a Markovic. El ataque malagueño se racionalizó bastante, hasta el punto de anotar 27 puntos en el tercer cuarto. Lo malo fue que la defensa del Unicaja permitió 25 a los visitantes. En el minuto 30, una falta a Markovic, seguida de técnica, facilitó el empate y dejó fuera del partido al base serbio.

La grada

En el último cuarto el público -poquito pero bueno- creó el ambiente necesario para que el Unicaja ganara un partido que nunca tuvo claro. El cuadro alemán jugaba en equipo y con paciencia. El Unicaja, por el contrario, funcionaba a impulsos individuales, especialmente del bravo Granger. En esa línea un brillante destello de Vasileiadis en el instante final dio la victoria al Unicaja, cuando todos esperábamos la prórroga.

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