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repaso general

Viviendas de ley

El anuncio de Susana Díaz apenas supone una media solución al 6% de las casas afectadas en la provincia de Málaga

Javier Recio

Domingo, 21 de septiembre 2014, 11:53

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Nuevo juego malabar de la Junta con las viviendas ilegales. La presidenta Susana Díaz acaba de anunciar que salvará de la piqueta a unas 25.000 casas. Esto, oído así, a capón, suena a que se arregla el problema. Pero no es oro todo lo que reluce por mucho que lo luzca la mismísima Díaz, a la que no se le puede negar sus dotes para la oratoria. Los afectados perdieron hace mucho tiempo la fe con este tipo de promesas. No hay que olvidar que el anterior presidente la Junta, José Antonio Griñán, también hizo un anuncio parecido a bombo y platillo que después no resultaba ser tan ventajoso. Cuando llega la letra pequeña se ven las cosas de otra manera. Vamos, que casi no se ven. En este caso falta por ver las condiciones. Pero dándole el beneficio de la duda, la medida afectará al 6% de las viviendas irregulares. O sea, que mucho lerele y poco larala. ¿Qué se hace con el resto? Con el tema de las viviendas ilegales hay una gran hipocresía desde las administraciones. No hay que olvidar que la mayoría de estos inmuebles cuentan con una licencia de obra otorgada por un ayuntamiento. ¿Es justo el calvario que están pasando? Hay que ponerse en la piel de estas personas, la mayoría de ellas guiris. Hay que entender a este colectivo. Sólo hay que imaginar que cualquiera de nosotros se fuera a vivir a Inglaterra, comprara un terreno y el ayuntamiento de turno de allí y le diera una licencia para construir. ¿Quién sospecharía que todo eso era ilegal, pese a que había intervenido una entidad pública? Pues eso es lo que les ha pasado aquí. Además, tienen el agua y la luz y, como no podía ser de otra manera, tienen que pagar el IBI en el que por supuesto que está contemplado la casa, chalet o casoplón que se ha hecho en medio del campo. Esta es la realidad de lo que ha pasado por culpa de unos ayuntamientos que no han respetado la ley y de la Junta de Andalucía, que no ha ejercido a tiempo su labor de vigilancia. ¿Dónde estaban sus inspectores o los agentes del Seprona? Una casa no se levanta en dos días. Se ha estado mirando para otro lado durante mucho tiempo porque se ganaba mucho dinero. Porque los ayuntamientos, en numerosos casos del mismo color político que el Gobierno regional, tenían todo un manantial de ingresos que facilitaba también que los paisanos y la postre votantes se sacaran buenas perras con la venta de las terrenitos. Eso es así, pero los culpables no pueden ser los que compraron de buena fe. No se les puede pedir a estas personas que sean expertas en derecho urbanístico y se conozcan al dedillo los PGOU, los planes especiales, las normas subsidiarias o cualquier otro galimatías administrativo. El sentido común les dictaba que estaban haciendo algo legal: van a un ayuntamiento y le dan una licencia. Todo ok. Aquí sólo una hay una salida y todos los partidos saben cuál es, aunque no se atreven a dar el paso. Tiene que haber una regularización real, sin trampas, para que los propietarios que obtuvieron una licencia de obras municipal tengan la seguridad jurídica que creyeron adquirir cuando se acercaron a una administración.

Diputación

Bendodo, el de los caminitos

Y ya que hablamos de administración, el presidente de la Diputación Provincial de Málaga, Elías Bendodo, puede pasar a la historia como el de los caminitos. Ha puesto en marcha la ejecución del Caminito del Rey después de un par de décadas y ahora acaba de anunciar que va a impulsar un sendero desde Nerja a Manilva de 184 kilómetros. Sin duda es una buena iniciativa, porque no se entiende que en la Costa del Sol no haya una infraestructura de este tipo que permita pasear a pie de playa.

Universidad

Oposiciones con pocos aspirantes

Que a día de hoy con la que está cayendo se convoquen unas oposiciones para cinco plazas de profesor en la UMA y sólo haya nueve candidatos a cubrirlas es cuanto menos llamativo. Basta contemplar los miles de opositores que se presentan a una plaza de profesor en un colegio o un instituto público. Que la Universidad es un mundo endogámico no puede sorprender a nadie a poco que se conozca cómo se obtienen las plazas. Muchos se rasgan las vestiduras a nivel interno cuando se publican este tipo de noticias que molestan a un colectivo en el que algunos creen formar parte de una casta. La de los intocables.

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