Borrar
Unos comensales almuerzan una pizza en un restaurante del centro de la ciudad mientras que a escasos metros operarios de Limasa, provistos de mascarillas, recogen los contenedores de basuras.
Una pizza indigesta

Una pizza indigesta

La recogida de basuras en el Centro Histórico de la ciudad a la hora del almuerzo genera quejas

José Manuel Alday

Martes, 20 de enero 2015, 14:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tienen pizza 'Cuatro Estaciones'?». «Sí, pero si espera unos minutos más, le podemos ofrecer la pizza 'Cuatro Contenedores'. El camión de Limasa pasará por aquí sobre las tres de la tarde. No lo olvidará». Es una conversación surrealista y fingida, pero habla de algo que realmente sucede en la ciudad. Y más concretamente en el centro mismo de Málaga, donde a la hora del almuerzo muchos comensales de las terrazas que pueblan el Casco Histórico se ven desagradablemente sorprendidos por el paso de los camiones de Limasa que acuden a esa hora a recoger la basura de los contenedores. Así lo ha experimentado un vecino de la zona centro, Félix Martín, quien lo relata con detalle al tiempo que se muestra indignado porque se anunciara en su momento que se había eliminado la recogida de basuras en horario de comidas en el centro. Para desmentir esta afirmación, y como prueba irrefutable, nos envía la fotografía que acompaña este texto, imagen que asegura que fue captada el pasado 1 de mayo, un día festivo «que estuvo acompañado de un magnífico clima que llenó las terrazas del centro de nuestra ciudad, y en el que turistas y familias malagueñas abarrotaban los restaurantes del centro». Aunque dice que no los de calle Santa María, calle Fresca o Salinas, a cuyos restaurantes asegura «ya los ha arruinado el vertedero municipal», en referencia a la acumulación de contenedores que se ubican en estos lugares. Lo sucedido lo narra así: «A las 15:00 hizo su entrada triunfal, como es habitual, el camión de la basura, con los operarios provistos de máscaras anti bacterianas, mientras tanto turistas y ciudadanos se levantaban de las mesas, presenciando impotentes como los platos de comida se aderezaban con todo tipo de bacterias. El hedor y el ruido inundaron las calles y las comidas para recordarnos a todos que debemos convivir con la suciedad, la basura, la impunidad, la ineptitud y la mentira que es la política habitual».

Una escena impactante, sin duda. No es la mejor hora habiendo como hay tantos restaurantes, bares y terrazas en el centro de la ciudad. Habrá que conjugar la prestación de estos servicios, que indudablemente son necesarios, con la actividad propia de la hostelería, pues la imagen y el daño es notorio.

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios