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Miembros del 'Aquaruis' reparten chalecos salvavidas entre los tripulantes de una de las embarcaciones rescatada. :: reuters
Sánchez ofrece España como destino para los  600 rescatados por el 'Aquarius' frente a Libia

Sánchez ofrece España como destino para los 600 rescatados por el 'Aquarius' frente a Libia

El jefe del Ejecutivo toma su primera gran decisión social tras la negativa de Italia y Malta a proporcionar un puerto seguro

PAULA DE LAS HERAS

MADRID.

Martes, 12 de junio 2018, 00:04

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Pedro Sánchez tomó ayer su primera gran decisión política de carácter social como presidente del Gobierno. España se hará cargo de 629 personas rescatadas en la madrugada del domingo en las costas de Libia por Médicos Sin Fronteras y Sos Mediterranée. Ahora permanecen a bordo del barco 'Aquarius', detenido en el Mediterráneo por la negativa de Italia y Malta, los dos países más cercanos, a acogerlos. El gesto del jefe del Ejecutivo fue aplaudido de inmediato desde distintos ámbitos. «Demuestra liderazgo moral y legal, que es algo que escasea estos días en el mundo», alabó el portavoz de la Organización Internacional de las Migraciones, Leonard Doyle. Sin embargo, no está exento de problemas.

Médicos Sin Fronteras ya ha advertido de que el barco se encuentra a 700 millas náuticas del puerto de Valencia, el escogido por el Ejecutivo socialista. Eso implica tres días de navegación que, según un portavoz de la ONG, los rescatados -entre los que hay 123 menores no acompañados y siete mujeres embarazadas- no están en condiciones de soportar. Algunos han sufrido quemaduras graves por el combustible de la embarcación en la que viajaban, otros casi perecieron ahogados y podrían desarrollar complicaciones respiratorias.

LA CIFRA

  • uExhaustos y heridos A bordo del bartco de la ONG francesa SOS Mediterranée hay 629 migrantes, que en muchos casos han sufrido quemaduras o casi parecen ahogados. De ellos, 123 son menores no acompañados, once niños, y siete son mujeres embarazadas.

El Gobierno maltés se ofreció ayer a enviar comida, que también empezaba escasear. A última hora de la tarde la situación de los heridos era estable. Pero, en cualquier caso, la organización médica insiste en que el «mejor escenario» sería que Italia «hiciera su trabajo y respetara la ley internacional» porque hay demasiada gente en el barco y las condiciones están lejos de ser buenas.

No es en absoluto probable que tal cosa ocurra. El ministro del Interior italiano, el líder de la xenófoba Liga, Matteo Salvini, cantó literalmente victoria cuando supo que España ofrecía su asistencia. Fue él quien el día anterior dio orden de cerrar los puertos a los migrantes a pesar de que la operación de rescate a los tripulantes de las pateras en las que viajaban se hizo con la participación de la Guardia Costera y la Armada italiana.

El Gobierno del país transalpino se lamenta de que durante estos años se les ha dejado muy solos frente a la crisis migratoria y el ministro de Exteriores, Josep Borrell, vino a darles la razón. «Tómese esto como un acto simbólico y efectivo que pretende poner de relieve, frente al próximo Consejo Europeo, la necesidad de que, de una vez por todas, enfrentemos de manera coordinada y solidaria un problema que es de todos y no un año de Grecia, el siguiente de Italia y puede que nos toque a nosotros dentro de poco», adujo.

Según los datos de la OIM, el número de migrantes que han llegado en lo que va de año a las costas de Italia descendió un 80% respecto a los mismos meses de 2017, mientras que el de los llegados a España se duplicó. Pero aún así, el flujo es mayor hacia el país gobernado por Giuseppe Conte: 13.808 personas (500 fallecidas) frente a 8.309 (240 fallecidas).

«Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria -defendió el Gobierno de Sánchez en un comunicado- y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional». El destino inicial de los rescatados será, si se cumplen sus intenciones, Valencia. La vicepresidenta, Carmen Calvo, se puso en contacto ayer con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para concertar la decisión. «Estoy orgulloso -dijo el barón durante un almuerzo en Madrid- porque este es el paradigma de la Cumunidad Valenciana, solidaria y abierta; esto y no 'Gürtel', como fue en otra época».

Solidaridad

Otras comunidades autónomas han ofrecido igualmente su ayuda. El País Vasco fue el primero en poner cifra; está dispuesto a acoger a un 10% de los náufragos. También Navarra y Extremadura abrirá sus puertas y lo mismo ha asegurado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, sobre la Ciudad Condal. Quim Torra dijo incluso que Cataluña tiene capacidad para hacerse cargo de todos.

Nadie cuestionó ayer la decisión de Sánchez ni en sus filas, desde las que recibió un claro aplauso, ni en las de la oposición. Sólo el líder del PP catalán, Xavier García Albiol -conocido en los años en los que ejerció comoalcalde de Badalona por sus duras políticas de inmigración- puso un pero: «No puede ser algo reiterado en el tiempo -dijo- España no se puede convertir en una gran ONG».

A primera hora de la mañana, antes de que el Ejecutivo hiciera el anuncio, ya había defendido que tanto España como la UE debían ser «proactivas». «No se puede dejar en medio del mar a gente que necesita auxilio para salvar su vida», defendió. Desde otros ámbitos también hubo buena acogida. El arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, fue uno de los más entusiastas. «Más allá de consideraciones políticas y legales, al leer la vida desde el Evangelio uno va buscando al otro. 'Aquarius' es una llamada de Cristo a Europa», escribió en su Twitter.

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