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Un agente, con una de las víctimas.
Liberada en Alicante una víctima de trata obligada a abortar hasta en cinco ocasiones por sus captores

Liberada en Alicante una víctima de trata obligada a abortar hasta en cinco ocasiones por sus captores

También fue liberada otra mujer, ambas de nacionalidad nigeriana y que estaban en una situación de vulnerabilidad al desconocer el idioma, carecer de documentación y contraer una deuda de 35.000 euros

colpisa

Sábado, 12 de mayo 2018, 10:35

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La Policía Nacional han liberado en Alicante a dos víctimas de trata de seres humanos prostituidas en España. La operación ha culminado con la detención de cuatro miembros de la organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres procedentes de Nigeria. Las víctimas se encontraban en una situación de total vulnerabilidad al desconocer el idioma y carecer de documentación y dinero, habiendo contraído una deuda con sus captores de 35.000 euros. Una de las mujeres fue obligada por la organización a abortar hasta en cinco ocasiones.

La ruta utilizada por integrantes de la red de trata para trasladar a las mujeres captadas hasta el continente europeo era extremadamente dura, en condiciones de seguridad e higiene muy precarias. Varias de ellas llegaron a fallecer durante el trayecto mientras que otras eran asesinadas cuando se resistían a mantener relaciones sexuales con sus captores.

La investigación comenzó cuando los agentes conocieron a través de una ONG especializada en la asistencia y protección de víctimas de Trata de Seres Humanos, la existencia de una mujer que había sido explotada sexualmente en un club ubicado en Alicante. La víctima se encontraba extremadamente asustada y desconocía la identidad de sus explotadores, sin embargo tras diversas pesquisas se logró identificar y localizar a los diferentes miembros del entramado criminal.

La organización contaba con diferentes células de actuación altamente especializadas en la captación de las víctimas, en su traslado hasta los países de destino, en la provisión de la documentación necesaria para cruzar las diferentes fronteras y en la explotación sexual. Se valían de contactos en los países de origen y tránsito para trasladar a las víctimas hasta España.

Las víctimas fueron captadas en su país de origen, Nigeria, aprovechándose de la situación de extrema necesidad en la que se encontraban, siendo engañadas, pues en ningún momento se les informó de las verdaderas circunstancias en las que tendría lugar su traslado, del valor total de la deuda que asumirían con la organización ni de que una vez estuvieran en España tendrían que ejercer la prostitución. Además, antes de emprender el viaje hacia el continente europeo fueron sometidas a la práctica de un ritual vudú, según el cual la víctima enloquecería o moriría si no pagaba su deuda, lo cual, teniendo en cuenta las fuertes creencias en estas prácticas en la zona del África occidental, incrementó su vulnerabilidad y el temor a incumplir las condiciones impuestas finalmente por la organización.

Un largo viaje de supervivencia en condiciones extremas

Según las manifestaciones de una de las mujeres liberadas, su viaje hasta España se demoró durante meses. Atravesaron Nigeria, Níger y Libia vía terrestre por el desierto, en condiciones insalubres y de extrema dureza, pereciendo varias personas durante el trayecto.

Una vez en Libia, debían esperar el momento de poder embarcar hacia Italia. Durante la espera fue agredida sexualmente en varias ocasiones, siendo testigo de cómo compañeras de viaje eran asesinadas al resistirse. Una vez eran hacinadas unas ciento cincuenta personas en una patera que no contaba con los más mínimos sistemas de navegabilidad y seguridad, se dirigían hacia las costas italianas. Pero la víctima no llegó a Italia hasta un segundo intento, ya que en su primer viaje para alcanzar las costas europeas, la embarcación naufragó y al menos una persona falleció.

Tras ser interceptada la embarcación por las autoridades italianas y ser trasladada a un centro de refugiados, el líder de la organización dispuso que un contacto en dicho país pagara para poder sacarla del centro de refugiados y alojarla en una casa en Milán hasta que el propio líder de la organización fuera a recogerla para trasladarla a España, utilizando para ello documentación falsa. El cabecilla de la organización trasladó a la víctima hasta su domicilio en Benidorm, y una vez allí era obligada a prostituirse en un club de Alicante. Además tenía que mantener relaciones sexuales con el líder como pago por el alojamiento, llegando a quedarse embarazada de él en una ocasión y viéndose obligada a abortar.

Atemorizada y vulnerable tanto por el desconocimiento del idioma, como por carecer de documentación y dinero, así como debido a su creencia en los rituales de vudú, permaneció en esta situación hasta que la misma se hizo insostenible y solicitó ayuda a una ONG especializada en la asistencia y protección de víctimas de Trata de Seres Humanos.

Tras arduas investigaciones se puso en marcha el operativo policial que condujo a la detención en Benidorm (2), Pamplona (1) y Palma (1) de los integrantes de la organización encargados de la captación, traslado, acogimiento y explotación sexual, entre los que se encuentra el líder del entramado criminal. Asimismo se practicó un registro domiciliario en Alicante interviniéndose diverso material informático, teléfonos móviles, documentación incriminatoria y más de novecientos euros en efectivo.

106 agentes formados como interlocutores sociales

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual. En la actualidad se está llevando a cabo la segunda fase de dicho plan en la que destaca la formación de 106 agentes como interlocutores sociales contra la trata de seres humanos. El interlocutor social es el enlace de colaboración con las organizaciones y entidades con experiencia acreditada en la asistencia a las víctimas.

Estos expertos serán el punto de contacto permanente con las ONG´s para fomentar la colaboración con las víctimas de trata de seres humanos, garantizar el intercambio mutuo de información, tendencias, estadísticas y promover los protocolos de coordinación que resulten necesarios para la asistencia a las víctimas y el apoyo policial especializado en la materia.

Para la denuncia anónima y confidencial, sin que la llamada quede reflejada en la factura, Policía Nacional cuenta con un teléfono, el 900 10 50 90, además del correo electrónico trata@policia.es

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