Borrar
Los Reyes, junto al príncipe Salman y Mariano Rajoy durante la comida en el Palacio Real. :: J. C. H. / reuters
El Gobierno rinde honores  de jefe Estado al príncipe heredero de Arabia Saudí

El Gobierno rinde honores de jefe Estado al príncipe heredero de Arabia Saudí

Mohamed bin Salman firma con Cospedal el acuerdo de intenciones para comprar cinco corbetas a Navantia por 2.000 millones

ANDER AZPIROZ

Viernes, 13 de abril 2018, 00:09

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

madrid. No era una visita de Estado, pero como si la fuera. Las autoridades españolas agasajaron con los máximos honores a Mohamed bin Salman, príncipe heredero y hombre fuerte de Arabia Saudí.

El Gobierno consideró que no era para menos. Salman, al que también se conoce como MBS por sus iniciales, aterrizó en España con un séquito de 600 personas después de una gira internacional que le ha llevado también a Estados Unidos y Francia. En Washington, el príncipe negoció la compra de armamento por valor de mil millones de euros. Su paso por París concluyó con la firma de 19 protocolos de acuerdo entre empresas francesas y saudíes estimados en 14.500 millones. En España la visita del príncipe ha dado oxígeno a Navantia después de rubricar un acuerdo de intenciones para construir cuatro corbetas, un negocio que podría suponer una inyección de 2.000 millones para unos astilleros públicos siempre necesitados de carga de trabajo. Además, las Fuerzas Armadas españolas construirán una base de adiestramiento para los militares del país arábigo.

Todo este desembolso se enmarca dentro del afán reformador del príncipe. Es el máximo impulsor del plan 'Visión 2030', con el que el heredero al trono pretende modernizar el país a la vez de reducir la dependencia de la economía saudí de la exportación de petróleo. El proyecto contempla una inyección millonaria de la que quieren ser partícipes las empresas españolas, que ya han obtenido suculentos contratos en el reino del desierto, como el AVE Medina-La Meca o varios tramos del metro de Riad. En los próximos diez años, Arabia Saudí contempla un gasto de 32.000 millones solo en infraestructuras.

Esta carta de presentación unida a la buena sintonía que existe entre las monarquías española y saudí explica el recibimiento ofrecido a Salman. El primer gesto fue ofrecer al príncipe el palacio de El Pardo como alejamiento, una distinción reservada a los jefes de Estado. Ayer el heredero se reunió en la Zarzuela con Felipe VI. La complicidad del monarca español con el heredero saudí es una continuación de la magnífica relación que mantienen don Juan Carlos y el rey Salman bin Abdulaziz.

A mediodía se celebró un almuerzo en su honor en el Palacio Real al que asistieron más de 200 invitados. Además de los Reyes, acudieron el presidente del Gobierno y siete ministros. También figuró entre los invitados una amplia representación empresarial. La visita del heredero saudí concluyó con una reunión con Mariano Rajoy.

Cambio generacional

Cuando suba al trono el príncipe, de 32 años, se producirá un cambio generacional. Hasta ahora, la corona siempre ha recaído en alguno de los hijos del fundador de Arabia Saudí, Abdelaziz bin Saud. El actual monarca acabó con la tradición y nombró heredero en 2015 a su sobrino Mohammed bin Naif, al que destituyó dos años después en favor de su hijo Salman.

Además de sucesor al trono, el príncipe ha acaparado los principales puestos del reino, entre ellos el de ministro de Defensa. Como hombre fuerte del régimen ha lanzado una campaña de modernización económica y social, para lo que ha tenido que enfrentarse a sectores inmovilistas de la dinastía saudí. Entre sus medidas más mediáticas se encuentran el permitir conducir a las mujeres, levantar la prohibición de los cines o lanzar una purga contra la corrupción que llevó a una espectacular detención de altos cargos del gobierno y miembros de la familia real.

En lo que respecta a la política exterior, Salman mantiene un guerra larvada con Irán que le ha llevado a intervenir militarmente en el vecino Yemen, romper relaciones con Catar o estrechar lazos con el histórico enemigo israelí.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios