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ATLAS ESPAÑA
Lunes, 22 de enero 2018, 14:55
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Un hombre asegura que tras sufrir un accidente de coche tenía lesiones en el tobillo y la rodilla y que no podía seguir haciendo su trabajo. Pedía 150.000 euros de indemnización. Pero los detectives del seguro le pillaron en los encierros de su pueblo, agachándose, y moviéndose sin ningún tipo de problema. Otro reclamaba casi 160.000 euros porque tenía dolores de cuello y vértigos. Además solicita una incapacidad absoluta de cualquier actividad. Mientras se le ve cargando un sofá en un coche. Estos fraudes suponen 833 millones de euros al año. Y lo que más preocupa no es solo el fraude al particular sino el incremento de las mafias organizadas que defraudan a las compañías aseguradoras.
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