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C. REINO
BARCELONA.
Sábado, 12 de mayo 2018, 00:02
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Los planes iniciales no eran tan precipitados. En principio, Carles Puigdemont tenía previsto anunciar el nombre del candidato a la Presidencia de la Generalitat entre ayer y hoy. Pero se filtró a los medios de comunicación que ayer se reuniría con la cúpula del PDeCAT en Berlín para comunicarle el aspirante y a partir de ahí el proceso se aceleró. Tanto, que un aviso de semejante calado solo fue anunciado con 15 minutos de antelación y cuando ya eran las ocho de la tarde.
Puigdemont lo anunció en un marco improvisado, pero quiso dejar claro que la decisión era suya y solo suya, y no del PDeCAT, partido al que aún pertenece. Cuestión de egos y de escenificar quién lleva el timón. El expresidente de la Generalitat lleva meses de dura pugna con su partido, y no solo en lo ideológico. El PDeCAT ha tratado de influir en la designación del candidato (Artur Mas se reunió recientemente con su sucesor), pero Puigdemont quería reservarse el derecho a hacer una sucesión a dedo, como la que hizo Mas con él.
Las relaciones entre los independentistas desde el comienzo del 'procés' se distinguen por las pugnas entre los socios. También se esperaba que la investidura se celebrara entre el lunes y el miércoles, pero será entre hoy y el lunes. En este caso, se impuso el criterio de Esquerra, que a través de Roger Torrent controla la Presidencia de la Cámara.
ERC no quiere sorpresas y deja casi toda la próxima semana libre por si tuviera que improvisar otro pleno urgente. JxCat y Puigdemont preferían forzar más los plazos y se decantaban por un pleno de investidura entre el lunes y el miércoles.
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