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Soraya Sáenz de Santamaría defiende con contundencia el papel del Gobierno en Cataluña. :: javier cotera
«Nuestra democracia es muy fuerte, por eso va a ganar en Cataluña»

«Nuestra democracia es muy fuerte, por eso va a ganar en Cataluña»

«Los sumos sacerdotes del 'procés' han mentido tanto que cuando las cosas van mal echan la culpa a los que les han ayudado en las calles»

E. MUNÁRRIZ / J. SERRERA

SANTANDER.

Domingo, 15 de abril 2018, 00:18

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Soraya Sáenz de Santamaría llegó el martes a Santander como presidenta en funciones del Gobierno de España, el cargo asumido automáticamente por el viaje oficial de Mariano Rajoy a la Argentina. A su poder en el Ejecutivo suma la responsabilidad de gestionar la crisis de Cataluña, una tarea que defiende con ardor y razonable optimismo frente a las críticas de uno y otro lado. Del 'caso Cifuentes', en cambio, opta por no decir ni una palabra en la semana en la que el futuro de la presidenta de la Comunidad de Madrid pende de un hilo.

-Usted dice que el Estado va a ganar la batalla en Cataluña, pero la reciente decisión judicial en Alemania resulta demoledora.

-Es la democracia la que va a ganar esta batalla. A mí no me corresponde valorar las decisiones ni de la Fiscalía y los tribunales alemanes ni la estrategia de nuestros tribunales. Lo que corresponde al Gobierno es transmitir a todo el mundo que España es una democracia consolidada, un país garantista con los derechos fundamentales, uno de los que tiene menos demandas y menos condenas en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Estamos ante un desafío y una fractura generada por los independentistas, que se niegan a dialogar con más de la mitad de la población de Cataluña que no piensa como ellos, que son incapaces de constituir un nuevo Gobierno. Cataluña es lo menos importante para ellos. Lo que les interesa es mantener la ficción para engañar, no a los ajenos, que ya no nos dejamos, sino también a los propios catalanes.

-¿Hay solución para el problema catalán?

-A veces una piensa que el fanatismo independentista es un fenómeno cuasi religioso, que se trata más de fe y de emociones que de libertades y democracia. Los sumos sacerdotes del 'procés' han mentido tanto que cuando las cosas van mal echan la culpa a los que les han ayudado en las calles. Pero nuestra democracia es muy fuerte. Superamos una dictadura y nos dimos una Constitución que nos representa a todos, que por cierto permite a cualquiera defender lo que quiera, siempre que lo haga dentro de la ley. Esa fortaleza de nuestra democracia frente al problema de Cataluña es lo que tenemos que transmitir dentro y fuera de España.

-¿Qué va a hacer el Gobierno para garantizar la enseñanza en español en Cataluña? Da la impresión de que el ministro de Educación, Méndez de Vigo, está bastante resignado al respecto.

-Hay cosas que se pueden hacer desde el Gobierno y otras que se pueden hacer desde los parlamentos autonómicos. El PP va a presentar una iniciativa en el Parlament catalán para abrir un debate en profundidad en el que espero que nos apoyen los partidos que defiendan la libertad y el derecho de los padres para decidir sobre la educación de sus hijos.

-Abundan las voces sobre una aplicación demasiado blanda del artículo 155.

-Con el 155 se han hecho muchas cosas: se ha cesado a un Gobierno de Cataluña completo y a 260 cargos dedicados a la construcción de la república, se ha desmantelado Diplocat y toda la estructura exterior montada con el mismo objetivo, y además se están gestionando bien los servicios públicos, eso que a los independentistas no les importa: pagar a los proveedores, devolver lo que se debe a los funcionarios, etc; en definitiva, restaurar la normalidad y la legalidad en Cataluña.

-¿Faltó un más alto grado de consenso para que las medidas fueran más contundentes, en materia de educación o en la gestión de los medios públicos como TV3?

-Hay opiniones para todos los gustos. El independentismo dice que el 155 es un mecanismo exacerbado del Estado represor, otros dicen que nunca debió aplicarse el 155, otros que sólo debía servir para convocar elecciones, otros que se hizo tarde y otros parece que el 155 lo inventaron ellos. Nosotros aceptamos en el Senado una enmienda del PSOE para no intervenir en TV3 porque se trataba de preservar el consenso sobre una medida, el 155, que nunca se había tomado en España y que trataba de devolver el sosiego a los catalanes. Eso es lo principal: tenemos que acompañar mucho a tantos catalanes que lo están pasando mal por el sectarismo y el acoso independentista. Dicho eso, yo soy partidaria de que en el Parlamento catalán, de la misma forma que hay control exhaustivo sobre Radiotelevisión Española, haya también un control exhaustivo de TV3 y los demás medios públicos que jalean a los CDR (comités de defensa de la república) y se dedican a la promoción en exclusiva del independentismo cuando más de la mitad de los catalanes han votado a los partidos constitucionalistas.

-¿Le preocupa que Ciudadanos capitalice electoralmente la batalla frente al independentismo, la reforma de las pensiones, la prisión permanente revisable, etc.?

-Cuando uno gobierna tiene que tomar decisiones, sopesar pros y contras, tener ideas claras, y luego unas veces acierta y otras se equivoca. Para el que no gobierna, como Albert Rivera, por ejemplo, sus decisiones, más allá de las hemerotecas, no tienen consecuencias perversas. Defienden una cosa y la contraria, el intermedio y el extremo... Alguna vez tienen que acertar, pero en general se equivocan siempre. El de la prisión permanente revisable es un buen ejemplo. La abstención de Ciudadanos a la propuesta de derogación del PNV impidió una medida que apoya la gran mayoría de los españoles. El presidente Rajoy defiende siempre que hay que tener principios estables en la política. Ciudadanos, en cambio, se maneja con principios permanentemente revisables.

-Pero Ciudadanos les gana terreno en las encuestas...

-Nunca es fácil gobernar. Hemos superado el rescate, hemos afrontado la crisis territorial para garantizar la presencia del Estado en Cataluña y en todo el territorio nacional. Y además, una cosa son las encuestas, que ni siquiera corresponden a un periodo electoral, y otra cosa serán las urnas. Pero también son un acicate para seguir trabajando y hacer las cosas bien.

-El Gobierno ha conseguido logros importantes en la reactivación económica y el empleo, pero da la impresión de que esos avances no cotizan lo suficiente, a juzgar por los síntomas de desgaste en el PP.

-Hay que trasladar a los españoles una idea muy clara: lo que no se pone en valor, se pone en riesgo. Yo no quiero que los españoles vuelvan a vivir el periodo que vivieron entre 2008 y la salida de la crisis. Porque hay partidos que han demostrado que no saben gestionar la economía, que son máquinas de fabricar parados, y otros partidos que no han demostrado nada, que hasta recomendaban pedir el rescate a Europa, que hubiera sido una cesión de soberanía inaceptable para España. En cambio, el Gobierno del PP supo superar esa situación hasta conseguir crecimiento, empleo y un futuro de bienestar para los españoles.

-¿Mariano Rajoy será una vez más el candidato presidencial del PP?

-Mariano Rajoy es el presidente que ha sacado a España de la crisis y ha enfrentado al independentismo y por eso merece respeto y lealtad. Los tiene de todo su Gobierno y de mí los va a tener siempre.

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