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Trabajadores sociales atienden a varios de los niños afectados por el incendio. :: luis calabor
Una pareja y sus dos hijos mueren abrasados en un incendio en Bilbao

Una pareja y sus dos hijos mueren abrasados en un incendio en Bilbao

La familia pereció carbonizada en una buhardilla, de donde milagrosamente fue rescatado con vida otro menor

AINHOA DE LAS HERAS

Domingo, 28 de mayo 2017, 00:11

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Un joven matrimonio y sus dos hijos pequeños fallecieron ayer en el incendio del edificio en el que vivían en el barrio bilbaíno de Zorroza, en el que resultaron heridas otras nueve personas, dos de ellas muy graves. «Me he despertado por el humo, serían las seis de la mañana. Ha empezado a arder el portal y como no podíamos salir por ahí nos hemos tenido que tirar por la ventana», contaba desolada Encarna, una de las supervivientes. «Mi marido ha cogido a los niños y luego me he lanzado yo». Los críos de 8 y 5 años a los que se refiere son sus nietos, que sonreían desde el coche patrulla de la Policía Municipal de Bilbao en el que las asistentas sociales les resguardaron. «Hemos salido medio desnudos y descalzos, nos han tenido que dejar ropa», explicaba con la mirada perdida la mujer, que, como su esposo, llevaba puestos en los pies sólo unos calcetines. Ambos estaban siendo atendidos por una psicóloga.

La primera patrulla en acudir al lugar la formaban dos veteranos ertzainas de la comisaría de Bilbao. La escena que encontraron era desoladora. «Intentamos entrar pero la planta de abajo estaba impracticable. Meterte en humo negro es morir», decía el experimentado patrullero. Su compañero trepó hasta el primer piso, y rompió la ventana, pero una bocanada de humo le frenó. Los policías optaron por buscar otra vía por la parte trasera. Allí «estaban todos caídos», recuerda el ertzaina. Había gente con la piel hecha «jirones» debido a las quemaduras y con piernas y brazos rotos y otros traumatismos y magulladuras al haberse lanzado al vacío huyendo de una muerte segura.

Atrapados por el fuego, la pareja y los dos pequeños perecieron en la reducida buhardilla. El cadáver de la mujer fue encontrado junto al de los niños. «Estaba como protegiéndoles», indicaron fuentes de la investigación. El hombre fue localizado en otra estancia, cerca de las escaleras.

Los cuatro murieron carbonizados, según los primeros indicios recabados en el lugar durante el levantamiento. Mientras que el hombre fallecido podrá ser reconocido por algún familiar, la mujer y los dos críos tendrán que ser identificados mediante la prueba del ADN. Entre tanta tragedia, también se produjo un milagro. El Lolo, un niño de unos once años, escapó del fuego refugiándose en algún rincón de la buhardilla y fue rescatado por los Bomberos mediante la escala. «Olía a quemado», indicaron los testigos. Su piel ennegrecida por el humo mientras los sanitarios le evacuaban en una camilla evidenciaba el infierno por el que habría pasado el chaval.

Una familia muy conocida

Los abuelos paternos de las cuatro víctimas mortales, que al parecer vivían también en el altillo, de unos 40 metros cuadrados, escaparon del fuego tirándose a la calle por la ventana. Ambos quedaron ingresados en estado crítico en la Unidad de Grandes Quemados del hospital de Cruces. El hombre, con «quemaduras en el 50% del cuerpo y lesiones por precipitación desde altura», mientras que la mujer se encontraba «inestable e intubada», según el parte médico facilitado por el centro ayer por la tarde. Con ellos, otras site personas permanecen ingresadas, entre ellas dos niños de unos diez años, otros dos adolescentes de 13 y 14 años y dos mujeres de 22 y 34 años.

Residentes en los bloques de al lado se lanzaron a la calle al descubrir la tragedia desde sus ventanas. «Saber que se está quemando un matrimonio y sus hijos y no poder hacer nada... te entra una impotencia», lamentaba Elena.

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