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PAULA DE LAS HERAS
Viernes, 26 de mayo 2017, 01:23
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Madrid. La victoria de Pedro Sánchez en las primarias del domingo no se salda sólo con su regreso a Ferraz. Implica también el triunfo de su relato sobre el de Susana Díaz y la mayor parte de los poderes fácticos del PSOE. El secretario general electo quiere que quede constancia de ello negro sobre blanco en el proyecto que aprobará el 39 Congreso Federal del 17 y 18 de junio. Su equipo anunció ayer 84 enmiendas al texto de la ponencia marco elaborado por la gestora y, entre ellas, se incluye un sapo difícil de tragar para muchos: el reconocimiento de que la abstención en la investidura de Mariano Rajoy fue un error. El texto alternativo que aspira a hacer prosperar Sánchez elimina del papel coordinado por Eduardo Madina y José Carlos Díaz la justificación de esa posición política, incluida en el preámbulo, como gesto para «evitar la amenaza de unas terceras elecciones que no solo no hubieran evitado un Gobierno del PP sino que, con toda seguridad, lo habrían reforzado». En su lugar, los sanchistas subrayan que «dejar el camino expedito al PP en unos momentos en que los españoles están especialmente sensibilizados ante las regresiones sociales y laborales y los escándalos de corrupción» supuso «dejar al sistema sin alternativa y con un riesgo general de involución».
Más Estado
No es el único cambio significativo. El equipo del revalidado secretario general también quiere dejar claro que fue en 2011 cuando el PSOE sufrió un serio batacazo electoral que lo situó en una situación de debilidad. Y lejos de agachar la cabeza por las derrotas de 2015 y 2016, en las que Sánchez era el candidato socialista a la Moncloa, pone en valor que Podemos y Ciudadanos no lograran su objetivo de «relegar» al PSOE, y añade que el partido recuperó dos millones de votantes respecto a las elecciones al Parlamento Europeo de 2014.
En sus enmiendas, son además muy críticos con la gestión que hizo de la crisis económica José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los grandes apoyos de la presidenta de Andalucía. Reconocen que tanto él como Felipe González, también partidario de Díaz, pilotaron algunos de los «mayores logros» de la historia reciente de España como la «modernización y el Estado de Bienestar» y la «ampliación de libertades». Pero advierten de que están «agotados como proyecto» y subrayan que la «acomodación a las políticas de austeridad impuestas desde el neoliberalismo» a partir de 2008 son la prueba de que la socialdemocracia no ha sabido adaptarse al siglo XXI.
Así, en el texto presentado ayer en la sede del partido por los dos principales redactores del proyecto sanchista, José Félix Tezanos y Manu Escudero, junto a Adriana Lastra, se argumenta que es preciso «recuperar» los principios socialistas y fórmulas como la del SPD alemán en 1959: «tanto mercado como es posible, tanto Estado como sea necesario».
Es significativa, también, la renuncia a identificar a Podemos como «adversario político», una calificación que tan sólo aplican al neoliberalismo y al PP. Si el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, dijo en su día que la ponencia situaba al PSOE como alternativa frente al «inmovilismo» del PP y el «populismo destructivo», Escudero argumentó que no cree que el populismo de extrema derecha tenga peso específico en España y que no se plantea el de izquierdas como una «amenaza».
Escudero también advirtió contra la tentación de los perdedores de las primarias de combatir su perspectiva. «Estas enmiendas -adujo- han sido aceptadas y refrendadas por más del 50% de la militancia».
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