La Policía regresa a la casa de Jordi Pujol tras la detención de su hijo mayor

Jordi Pujol Ferrusola salió el martes a las 22:00 horas en un furgón de la Guardia Civil en dirección al centro penitenciario de Soto del Real. El juez de la Audiencia Nacional que indaga la fortuna familiar, José de la Mata, había decretado una hora antes su ingreso en prisión incondicional por reiteración delictiva y destrucción de pruebas mientras estaba siendo investigado. El magistrado aceptaba así la solicitud previa de todas las partes, Fiscalía Anticorrupción, Abogacía del Estado y la acusación popular ejercida por Podemos.

La maratoniana jornada judicial para el hijo mayor del expresidente catalán Jordi Pujol, que comenzó en la Audiencia Nacional diez horas antes, tenía otra sorpresa preparada nada más llegar a Soto del Real, en la sierra norte de Madrid. El preso se bajó de la furgoneta y unos minutos después se subió a otro vehículo de la Guardia Civil en dirección a Barcelona. Fueron 653 kilómetros para cumplir con la orden dada horas antes por el juez: a las 8:00 horas quería que Júnior estuviera en la ciudad condal para presenciar los registros previstos por el juzgado.

La decisión del magistrado de que la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía practicase los registros la tomó antes de decretar el ingreso en prisión de Jordi Pujol Ferrusola, según señalaron fuentes judiciales.

Tras dos comparecencias anteriores en sede judicial y un informe policial que apreciaba la reiteración delictiva del acusado, De la Mata tomó la iniciativa y el 17 de abril citó al primogénito del expresidente catalán. Este martes escuchó durante cuatro horas sus argumentos sobre el origen de la fortuna familiar y el patrimonio personal; y, a la vista de que su alegato seguía cojeando y faltaba «a la verdad», ordenó que su encarcelamiento era «estrictamente necesario». Ahora sí.

La segunda fase del plan diseñado por el juez incluía los citados registros en Barcelona. Lugares donde sospecha que podrían encontrarse indicios documentales que sustenten el peso acusatorio de la causa antes llevarla a juicio. Algunos de los inmuebles, como el despacho laboral de la calle Ganduxer, ya fue revisado por la UDEF en 2015.

La sorpresa llegó cuando los agentes incluyeron en los registros la casa familiar del expresidente de la Generalitat, donde el hijo mayor tiene otro despacho tras la separación de su mujer Mercé Gironés, y la residencia que la familia tiene en Queralbs (Girona). Allí acudió elexpresidente a refugiarse del escándalo organizado después de que en julio de 2014 confesara que había mantenido una fortuna oculta durante décadas en Andorra, y que fue el origen de la causa en las que investigan a los padres y sus siete hijos.

Siete horas

Fueron unas siete horas de registros, en los que la Policía buscaba documentación que acredite los 30 millones que Jordi Pujol Ferrusola, gestor de las cuentas familiares, habría escondido fuera de España para evitar ser embargado durante el transcurso de la investigación. Y es que en el auto de ingreso en prisión, el juez instructor afirmó que sigue manteniendo activas sociedades pantalla en Estados Unidos, Paraguay, México, Panamá, Argentina y Andorra con media docena de testaferros. Para ello crea negocios ficticios cuya actividad no ha podido justificar. Aunque el martes le dijera a De la Mata que «todos habían resultado fallidos salvo una empresa de eucaliptos para biocombustible en México».

Los registros comenzaron en la casa que el matrimonio Jordi Pujol y Marta Ferrusola tiene en la zona alta de Barcelona. Poco después de la entrada de los agentes, salió el exmandatario catalán, que no estaba obligado a asistir. Los agentes buscaban documentación de una sociedad que Marta Ferrusola compartía con su hijo mayor en Panamá y que habría servido para ocultar parte de la fortuna de Andorra, llamada Kopeland Foundation.