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Los etarras Joanes Larretxea (izquierda) y Beñat Aginagalde ayer en la Audiencia Nacional. :: efe
La Ertzaintza cree que el mismo etarra mató a Carrasco y a Uria

La Ertzaintza cree que el mismo etarra mató a Carrasco y a Uria

Un agente declara en el juicio por el asesinato del empresario vasco que el pistolero Aginagalde fue el autor material

M. BALÍN

Miércoles, 29 de marzo 2017, 01:10

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madrid. La Ertzaintza no tiene ninguna duda. El etarra Beñat Aginagalde, autor material del asesinato del concejal del PSE Isaías Carrasco en Arrasate-Mondragón (Guipúzcoa) en marzo de 2008, fue el pistolero que nueve meses después descerrajó tres tiros a bocajarro, dos en la cabeza y uno en el pecho, al empresario Inaxio Uria en Azpeitia cuando salía del trabajo, a escasos 40 kilómetros por autopista de la calle donde mataron al político.

El agente que instruyó el atestado del asesinato del constructor por su vinculación a la llamada 'Y' vasca, una obra ferroviaria de alta velocidad denostada por ETA, compareció ayer como testigo en el juicio de la Audiencia Nacional por el crimen de Uria. Por estos hechos se juzga al citado Beñat Aginagalde y a Joanes Larretxea, detenidos en Francia en 2009 y 2010, respectivamente. La Fiscalía pide para estos miembros del 'comando Ezuste' 59 años de cárcel para cada uno por los los delitos de integración en organización terrorista, detención ilegal, robo de uso de vehículo a motor, daños terroristas y delito de asesinato. Además, les reclama que indemnicen a la viuda con la cantidad de 160.000 euros y a sus hijos con 240.000 euros.

El ertzaina fue, además, el responsable de redactar el informe sobre el comando y concluyó que el autor material fue Aginagalde. «La prueba testifical señaló a un varón de unos 185 centímetros de altura, que llevaba una barba postiza», declaró ayer ante el tribunal de la Sala de lo Penal. También compareció un testigo protegido que presenció los hechos: «Estaba conduciendo parado en un semáforo en la avenida de Loyola y escuché tres detonaciones, me giré y vi a una persona que parecía que llevaba una barba postiza con una pistola, que se la guardaba y se metía en un Alfa Romeo» (que después apareció calcinado para borrar presuntamente las huellas).

El citado ertzaina relató que los investigadores que seguían al comando vieron al etarra Manex Castro, ya condenado a 44 años de cárcel, y a Aginagalde salir en un corto espacio de tiempo de un piso de Hernani y cómo el primero arrojó una bolsa de basura a un contenedor con indicios incriminatorios.

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