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M. SÁIZ-PARDO
Martes, 28 de marzo 2017, 00:35
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«Desde que llegué a Madrid vivo en un hotel. En mi vida podría ocupar un pabellón de la Guardia Civil sabiendo que hay mandos esperando». Tajante y con papeles. El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, desmintió las informaciones que aseguraban que vive gratis en un pabellón de la Guardia Civil y que, además, el cuerpo ha desembolsado50.000 euros para la reforma. Documentos consultados por este periódico confirman la versión de la Dirección General de Tráfico y la Guardia Civil.
Serrano compareció pasadas las 21:00 horas de la noche de ayer, cuando por fin tuvo el visto bueno del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, recién aterrizado de Bruselas. Para entonces, la polémica había llegado al Congreso. El PSOE y Podemos habían cambiado sus preguntas en el pleno para pedir información a Zoido. Ciudadanos también había registrado varias preguntas escritas.
La versión de Interior, de Serrano y de la Guardia Civil, y que ha sido confirmada por diversas fuentes independientes, es que la Jefatura de Tráfico de la Guardia Civil propuso a Serrano el 8 de febrero que no tomara posesión del piso del piso oficial que el director de la DGT siempre ha tenido en el barrio de San Blas, en Madrid, y que interesaba por logística a la Guardia Civil, ya que en ese edificio ya tiene despachos. A cambio, el cuerpo le propuso una permuta: una casa del instituto armado.
Serrano aceptó, pero esa permuta nunca llegó a hacerse por problemas burocráticos. No obstante, la Guardia Civil empezó la reforma de esa casa, que igualmente debía de hacerse tras 50 años, y puso en el pliego «por error» que era para el director de Tráfico.
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